En un emplazamiento estratégico de la Costa Alentejana, en la cima de una colina, la Casa de Santiago mira al futuro, desde que los dos hermanos Jose Duarte y Francisco Lobo de Vasconcellos, tomaron la idea de diseñar un lugar único para el alojamiento de huéspedes en la casa que heredaron de sus padres. Un turismo exclusivo y personalizado que mantuviera la esencia, el esplendor y el servicio de la casa familiar ubicada en la Rua Condes de Avillez, bajo el castillo construido por los musulmanes en torno al S. VIII. La casa posee una importante recopilación de recuerdos familiares y debido a su vinculación familiar con la Corona de Portugal, una valiosa colección de elementos históricos. El resto del mobiliario, vajillas, alfombras y otros objetos decorativos se mantienen intactos.
La Casa de Santiago cuenta con una historia fascinante. De origen medieval, tras la toma de la ciudad por el control cristiano por el Rey Don Alfonso II, éste se la entrega a la Orden de Santiago. Su ubicación fue un lugar histórico fundamental en el Alentejo portugués, y fue construída por los caballeros de la Orden de Santiago y la Espada. Originariamente albergó una colegiata donde vivían los frailes de la Orden de Santiago, que se ocupaban de la iglesia que linda con la casa, que tras quedar en ruinas y prácticamente abandonada debido al gran terremoto de 1755, fue vendida a finales del S. XVIII por el prior que estaba rehabilitando la iglesia para dar paso a reconstrucción total del edificio.
Texto: Ramón Vergara
Fotos: Aníbal González