¿Por qué quiere ser usted presidente del Consejo de Cofradías?
Fundamentalmente, porque me hace ilusión trabajar por las hermandades de Sevilla los próximos años y porque me he rodeado de un grupo de buenos cofrades y amigos que comparten la misma ilusión.
¿Qué es lo más urgente que precisa la institución?
Después de algunos años convulsos, por causas que nos alcanzan a todos, el Consejo necesita entrar en un proceso de normalización y de trabajo desde la discreción y la eficacia, cuidando mucho la comunicación hacia las hermandades, las instituciones y los medios.
¿Está el Consejo de Cofradías desprestigiado por los avatares de los últimos años?
Creo que no ha pasado por sus mejores momentos y que todos, junta superior y hermandades, debemos asumir nuestro grado de responsabilidad.
¿Cuáles son las claves de su equipo?
Ilusión y ganas de trabajar con eficacia y con discreción.
¿Cree que el Consejo necesita una segunda modernización?
La modernización debe de venir de la mano de los nuevos estatutos. El Consejo debe limitarse a cumplir con las funciones que le marcan sus estatutos.
¿Otra Carrera Oficial es posible?
Las cofradías de Sevilla tienen varios siglos y la carrera oficial tal como la conocemos es del siglo pasado. Por supuesto que es posible otra, nada es inmutable en estos temas. Pero el cambio tendría que venir a través de un consenso lo más amplio posible y si realmente se solucionaran los problemas que ahora tenemos encima de la mesa (horarios, protocolos de seguridad, etc)
¿Qué hay que hacer para solucionar los problemas que acarrea la Madrugá?
La solución solo puede llegar desde la buena voluntad y la generosidad de las hermandades y con el consenso de todas. Cualquier solución impuesta contra la voluntad de alguna de las seis hermandades sería cerrar el problema en falso.
¿Cree que es posible una solución que contente a todos?
Con buena voluntad y verdadero espíritu de colaboración, por supuesto que sí.
¿En caso de no hallar un acuerdo, debe el Consejo de Cofradías imponer una solución o fórmula propia?
Esa solución significaría el fracaso de que las hermandades no lo han conseguido por sí solas.
¿Se puede actualizar la puesta en escena del Pregón? (música, imágenes, decorado…)
Com decía sobre la carrera oficial, nada es inmutable en estos asuntos y el pregón tampoco. Pero en éste, como en tantos otros, los cambios deben hacerse sin precipitación ni improvisaciones a la ligera.
¿Se podría volver a vender entradas para el Pregón?
Claro, por qué no. El problema de las entradas del pregón es que todo el mundo piensa que hay excesivos compromisos, pero a la hora de decidir los que hay que suprimir es cuando ya no hay tanta unanimidad.
¿Debe el Consejo buscar otro tipo de carteles para anunciar la Semana Santa?
Cualquier cartel, si es bueno, cumple su misión anunciadora. Personalmente, la idea del encargo de una pintura me agrada.
¿Debería el Consejo pagar por ese encargo?
Eso depende de la voluntad de las hermandades, pero hoy por hoy no creo que quieran que se gaste parte de su dinero en una pinacoteca. Además, hasta ahora hemos tenido la suerte de contar con la colaboración desinteresada de pintores de primer nivel.
¿Ve conveniente un Museo de la Semana Santa?
No creo que sea una prioridad para las hermandades, pero tampoco hay que cerrarse a la idea si se hace con sentido de la medida y teniendo en cuenta siempre la finalidad cultual de las hermandades, de sus sagradas imágenes y de sus enseres.