LA CASETA: NAVIDAD DE PUERTAS PARA ADENTRO.
Aplomado es como acabé tras el frenesí navideño. Un látigo que no cesaba ha sido el mes de diciembre. Mis amigos han abierto de par en par sus casas como yo la mía para recibir a exiliados y cercanos con unas decoraciones que rebosaban las estancias. La gran protagonista en el tema decoración ha sido en Sevilla indiscutiblemente María Teresa Rodríguez de la Borbolla. Cuadros de tweed, estampados de flores, lentejuelas y cristal han sido los elegidos para celebrar de forma señorial y muy a la inglesa la llegada del Mesías. Una idea que ha gozado de gran acogida ha sido la plasmada en su colección dedicada a la Familia Real Española en el año de la proclamación de Felipe VI.
Como todos los años me quedo con el Belén Napolitano de mis amigos José Víctor Rodríguez Caro y José Luis Medina del Corral, vulgo Victorio & Lucchino. José Luis vuelca en él una gran dedicación engalanando cada figura con tejidos antiguos conseguidos a lo largo y ancho del Viejo Continente con los que logra realzar más si cabe estas piezas dignas de un gran museo. Ellos sólo montan un nacimiento en el salón principal de su preciosa casa sevillana. Siempre digo que estos hombres del Renacimiento viven en una de las casas más bonitas de España. Arte en todas sus vertientes. Me quedo con la Virgen María. Bueno, por qué elegir, me quedaría con todo, pero el que debería quedárselo, si nuestros regidores tuviesen más vista, debería ser el Ayuntamiento de Sevilla. Creo que no es la primera vez que los internacionales diseñadores afincados en Sevilla ofrecen donar su Belén napolitano de incalculable valor a la Ciudad siempre y cuando esté dignamente montado el museo que lo acogiese. Tomen nota en la Plaza Nueva…
Un clásico de las navidades es la cena en casa de otros estetas y que reciben como pocos en Sevilla. Me refiero a la cena navideña de mis amigos Bastilippo. Los anticuarios tienen una importante casa en la zona de Cuna con un gusto refinado que refleja una de las grandes pasiones de sus propietarios: viajar. Una casa con importantes piezas antiguas venidas de distintas partes del mundo con un equilibrio bárbaro. Compartimos mesa junto a Fernando López y Braulio Vázquez, Bastilippos, Lucía de León, Carmen Borrero, Mayda Ybarra y Cedric y Maxime Reversade.
Mi amigo y director de RTVE en Andalucía, Jerónimo Fernández Pachón, me invitó a un íntimo almuerzo en su casa estos días de la Navidad. Allí coincidí con Benito Navarrete, director de Proyectos Culturales del Ayuntamiento de Sevilla. Un inconformista nato, cultísimo y cabeza pensante en la sombra de grandes ideas que atribuimos al Ayuntamiento de Sevilla. Está ilusionado con el libro que están trabajando en la Delegación de Cultura en el que se recogerá todo el patrimonio artístico del Ayuntamiento y, por ende, de todos los sevillanos.
Con motivo de la visita a Sevilla de mi amigo Monseñor Luca Favretto como todos los diciembres con motivo del Día de la Esperanza, mis amigos Teresa Rosa Peinado y José María Ruiz (Liberty Seguros), convidaron a un almuerzo atípico como los anfitriones del día. Unos garbanzos con pringá regados con champán francés… Lo normal…
Un día súper agradable fue el que viví en la imponente Hacienda de Orán de mis amigos Miguel y Rosa Gallego. Una fiesta campera en la que no faltaron unas viandas exquisitamente elegidas pero sin pretensiones por mi amiga Rosa. Paseo en coche de caballos, flamenco de pellizco y un fin de fiesta en el Museo de Carruajes privado que conservan impoluto, uno de los más importantes de España, completaban el plan de aquel sábado. Políticos, directivos de Banca, artistas de la talla de Nano de Jerez, María José Santiago, los hermanos Cadavalo Arturo Pareja-Obregón, amigos de Miguel del Club de Leones, amigos todos disfrutamos a lo grande. Compartí mesa con Antonio Pulido (presidente de Cajasol) y su adorable mujer Fini, con Antonio y Rafael de Los del Río, claros y geniales protagonistas de la mesa aunque era Rosa García Alonso la que presidía como anfitriona; el empresario Manuel Muñoz (Guadarte), la diseñadora Aurora Gaviño, la doctora Carmen Danta García de Castro y mi compañero periodista y sin embargo amigo José Antonio Rodríguez. Charlé animadamente con Mercedes Vázquez Silva, hija del Maestro Pepe Luis y su amigo Diego de los Santos, encantador siempre. La reina de la fiesta Carla, nieta de Miguel y Rosa que aunque es panameña tiene la gracia de España impresa en su carácter además de en su sangre materna. Todavía estoy saboreando la sopa de tomate.
Este año pasé un fin de año espléndido. Ya desde el mediodía con el grupo de mi amiga Sara Moreno, de La Cartuja, prometía. Luego con mi abogado Emilio Moeckel y mis amigos Virginia Abascal y Felipe Benigno acabamos en El Bacalao partiéndolo con una fantástica Zambomba. Allí se unió la mujer de Moeckel, la secretaria judicial Mercedes Enrile, mi amigo el arquitecto Miguel Suárez-Cantón o la diseñadora de joyasRocío de Porres Domecq.
Ya por la noche, cené en Egaña, sito en el Hotel Eme de Sevilla. Junto a Rocío de Porres, mi amigo el decorador y arquitecto Amaro Sánchez de Moya y unos amigos franceses con los que cenamos por última vez en el 2014. Risoto exquisito con trufa blanca y una lubina de película. Tomamos las uvas gracias a Dios con TVE y bebimos en honor a mis compañeros de mesa champán francés. La guinda de San Silvestre la pusimos en la Casa Palacio Bandarán , del director de ópera galo Mario Bois, en la emblemática calle Pimienta del Barrio de Santa Cruz, donde organizamos entre amigos una animada fiesta con Los Alpresa animando. Como ellos pocos saben hacerlo. La noche acabó con el día y satisfecho por un fin de año completísimo. A la fiesta afrancesada se unieron entre otros mi amigo el artista Balcris Donaire, el relaciones públicas Arístides Bermejo, Borja y Rocío Martínez Auden, José Gamboa (Joyería Suárez), el pianista Álvaro de la Piedra, Sandra Muñoz (Guadarte), mi inseparable doctora Virginia Abascal, el periodista José Antonio Rodríguez, Manuel Ramaccioti o Pilar Rodríguez Burgos.
En casa de Pilar, por cierto, se rescató la tradición familiar la noche del veinticinco de diciembre de celebrar una cena bufé con flamenco de postre en su casa de la Avenida de la Constitución con inmejorables vistas. Su vecina la Catedral fue testigo de una noche deliciosa. No había visto cantar a Pilar mejor nunca antes. Ella es muy fuerte y sus padres para pedirlos de Reyes, Enrique y Fina. Yo venía de celebrar la Nochebuena y Navidad en familia de la aldea de El Rocío y aunque ya algo cansado no me lo quería perder porque, como dice un buen amigo mío, «no vaya a ser que me lo cuenten». No sólo por lo espectacular y variado bufé que nos brindaron, en el que el solomillo al Wellington fue el claro protagonista para mi gusto, sino por el soniquete que se formó al toque de flamencas guitarras. Allí estuvieron entre otros las hermanas Tere y Loli Reina y el escritor Antonio Burgos con su mujer Isabel Herce, muy elegante por cierto.
Un clásico de las fiestas navideñas es el Roscón en la finca La Buzona de los Ybarra Valdenebro el día 6 de enero por la tarde, donde se da cita lo más granado de la sociedad sevillana con una informalidad elegante que pocas señoras como Mayda Valdenebro, viuda de Ybarra, consiguen con una improvisación organizada perfecta. Su hija Mayda, a la que adoro, me contó su periplo navideño y me tuve que tomar una Biodramina para no marearme.
Mi amiga Carmen Lomana, a la que todos saben que quiero incondicionalmente, me invitó al roscón de su casa la tarde del seis de enero también, pero mi cuerpo decidió por mí y no me dio permiso para pillarme un AVE. Lo que sí me motivaba era conocer al líder de Podemos, Monedero, que por lo visto fue el centro de atención del bonito piso de Fortuny de mi rubia favorita. Por cierto, con las declaraciones de su líder en Sevilla, es probable que se coman un roscón gordo en las elecciones al menos en la capital andaluza…
El punto y final navideño lo puse en casa de Curro Romero, maestro de maestros, y su esposa Carmen Tello, anfitriona fetén y con grandes nociones en el tema fogones. El menú delicioso, desde el aperitivo al postre. Me quedo con la cola de toro y la leche frita. Bueno, me quedo con todo el almuerzo que acabó en merienda de croissant calentito para empujar las copas. Qué difícil es aterrizar sentado en una mesa como aquella que nos brindó mi amiga Carmen Tello. Tras Curro y Carmen de cabezas de cartel, Pansequito y Aurora Vargas, Enrique Rodríguez y Fina Burgos (Pibe/Calzados Catedral), el escritor Antonio Burgos con su mujer Isabel Herce y su sobrina y amiga mía Pilar Rodríguez Burgos. Anécdotas quedarán por siempre en mi cabeza de los golpes e intervenciones de cada uno. Todos importantes, interesantes, de los que aprender. Qué difícil es, como digo, aterrizar sentado en una mesa como aquella, más difícil que coger la cucaña…
Completaba como decía mi amiga Pilar, arqueóloga de formación, empresaria anticuaria con En Pendant que va como la espuma y muy comprometida con el Proyecto Maparra en el barrio marginal de las Tres Mil Viviendas. Le digo esto porque es con ella con quien viví la tarde y noche del cinco de enero, uno de los días más bonitos de mi vida. Encarnábamos en la Cabalgata de Sevilla a Cleopatra y Julio César. En la carroza del Antiguo Egipto nos acompañaba mi hermana María, mis sobrinos Cayetano y Mario Muñoz, Paula Niebla, y nuestros amigos José Carlos García (Marqués de Murrieta), María de los Ángeles Martínez (Revista Escaparate), Amaro Sánchez de Moya, la diseñadora Adela Marín, Andrés Alfonso Cámara (Sayca), la doctora Virginia Abascal, José Veira(Nuevas Generaciones), Marta Gallego, Felipe Benigno (Revista Escaparate), Ana Gómez, José Gamboa(Joyería Suárez), Sara Moreno (La Cartuja), el diseñador de Gómez, Fernando Gómez; la bloguera Ana Nievas(Yo Dona), Juan Reyero, la DJ Carmen Delso del Corral «Carmen Hierbabuena» y los ahijados de mi amiga Pilar, entre otros. Pasamos por Sevilla repartiendo ilusión, dando nuestra mayor sonrisa, miles de kilos de caramelos y sobre todo una alegría que tanto cuesta encontrar en el día a día en la calle.
Con estas navidades, como entenderá, estaba loco por volver a la rutina de trabajo, dieta sana y deporte y, además, de volver a contarle lo que pasa en esta caseta en la que vuelvo a echar los toldos para tener algo que contarle más pronto que tarde y así entretenerle un rato.
Hasta la próxima, ¡sean felices!