Mario Niebla del Toro Carrión.
Director de la Revista Escaparate
Debo confesarle que sufro en silencio parcial el fenómeno fan. En esta ocasión no es de un cantante, un político, un torero o un artista que también lo soy y he sido por etapas. Esta vez es de Luis Galindo. En su Twitter dice que está enamorado de la formación, de las personas y su desarrollo. Trabaja la psicología positiva en Liderazgo y Talento. Yo creo que el señor Galindo es para este momento como el buen aceite de oliva para las espinacas que, por cierto, no engordan y dan mucha energía. Habla de cosas tan “tontas” como que conoce dos formas de vivir la vida: con pasión o con pasión; de los beneficios de un abrazo, lo necesario de una carcajada al menos al día o dice cosas “baladíes” como que hacen falta días malos para darnos cuenta de lo bonito que son el resto. Me dijeron una vez que la diferencia entre un pintor y un artista es que el primero pinta lo que vende y el segundo vende lo que pinta. Pues bien, este señor es un artista, porque vende como calentitos los libros que escribe a su maña. Diciendo cosas tan revolucionarias como lo son la lógica y el sentido común en estos días. Habla de reilusionarse, de reinventarse, de poner de moda la felicidad, de la felicidad que reside en las pequeñas cosas, de la confianza en uno mismo, de la valentía para que algo suceda, de la batalla contra el desánimo o del estar siempre agradecido por algo que todos tenemos para estarlo. Parafrasea a grandes como el dramaturgo Óscar Wilde o el poeta también decimonónico Walt Whitman para apostillar su discurso. Va pregonando por pequeños y grandes grupos de directivos los beneficios del positivismo y el optimismo. Muestra la senda del pragmatismo en estos días de superación. Vamos, aceite de oliva virgen extra para las espinacas que nos manda el endocrino para la operación capirote, peina, flamenca o bikini… Me quedo con tres mensajes: “No dejes que nadie te quite tus sueños. Visualízalos y ve a por ellos”. “No esperes a que pase la tormenta. Aprende a bailar bajo la lluvia”. Y “Si el plan A no funciona, el abecedario tiene veintiséis letras más”. ¡Qué grande!
Por cierto, esperamos que le guste el Especial Flamenca que como cada enero desde hace ocho hemos enjaretado para usted y el resto de contenidos escaparateros, al menos que le sirva en cualquier caso para distraerse un ratito. Ese es nuestro cometido desde la cara amable de la prensa.
Sean felices, si no todo el rato sin parar, todo lo que puedan…
¡Abrazos!