La ciudad vivía los felices años 20 con la ilusión puesta en la Exposición Iberoamericana de 1929. En España reinaba Alfonso XIII y Sevilla se colocaba como una de las puntas de lanzas militares del país. Llegó 1920 y el territorio de la nación se distribuye en ‘Zonas Territoriales de Aeronáutica’ denominadas ‘Bases Aéreas’ designando a Sevilla cabecera de la 3ª Zona Aérea Sur. En ese momento, se ordena entonces la construcción de la Base Aérea de Tablada para una guarnición de un grupo de escuadrillas de reconocimiento, una de caza y otra de bombardeo lejano. Nace así de forma oficial el Acuartelamiento Aéreo de Tablada que este año cumple un siglo. Esta es su historia.
Durante todo 2020, el acuartelamiento de Tablada se ha propuesto entrar en una nueva etapa, coincidiendo con el centenario de su creación como base aérea. El recinto militar se incorpora a la oferta turística de Sevilla, ahora paralizada por la crisis del coronavirus y que volverá a sus fueros cuando las medidas lo permitan. Entre los proyectos encabezados por el general Biosca, director de Enseñanza del Ejército del Aire, están los de abrir estas instalaciones a la sociedad civil con un museo sobre su historia y con la muestra de sus espacios más simbólicos que van desde la modernidad actual hasta el regionalismo de los años 20 que decoraron sus edificios fundacionales.
Los orígenes
Tras más de 100 años funcionando, el ACAR de Tablada es todo un emblema del Ejército del Aire y clave en los avances aeronáuticos de España. A orillas del Guadalquivir a su paso por Sevilla, en sus terrenos Abderramán II derrotó a los vinkingos en una batlla histórica en el 844 y, siglos después, el Rey Fernando III lo utilizó como campamento para la Reconquista de la ciudad. Un lugar histórico que pasó a espacio de pasto para las bestias hasta que a principios del siglo XX, la aviación empezó a tenerlo como sitio de referencia.
Llegó 1910, año clave en la historia de esta dehesa. El Conde de Halcón organizó en abril, en este lugar, la Primera Semana de la Aviación. Antes, el 28 de marzo, el piloto “Demonio Belga”, consiguió aquí el hito de realizar su primer vuelo con el aeroplano Bleriot 11 desde el hipódromo de este espacio. En 1914, aterriza en los pastizales de Tablada un avión Nieuport VI, de 80 HP, procedente de Tetuán tras realizar la primera travesía del Estrecho en aeroplano. La gesta fue posible gracias a los capitanes de ingenieros Emilio Herrera y José Ortiz Echagüem, los primeros aviadores españoles. Todo se estaba gestando. Ese mismo año, el coronel Vives, creador de la Aeronáutica Española, adquiere del Ayuntamiento de Sevilla la cesión de una parcela de 240.000 metros cuadrados, por tiempo indefinido, para la construcción de un aeródromo militar.
Los grandes años 20 y el vuelo del ‘Jesús del Gran Poder’
Llegó el gran momento. En 1920 se inaugura oficialmente esta Base y comienza una carrera aeronáutica que pone a Sevilla a la cabeza del país en estos términos. De este lugar sale, eel 15 de octubre de 1921, el primer vuelo de la aviación comercial española con la nueva línea regular aeropostal Sevilla-Larache. La gesta fue posible gracias a un avión De havilland DH9C bautizado con el nombre de ‘Sevilla’. El espacio crecía y el 14 de abril de 1923, los Reyes de España, Alfonso XIII y Victoria Eugenia, inauguran oficialmente la Base Aérea de Tablada. Un día después, la Reina hace entrega de una bandera al Servicio de la Aviación y el Rey le impone a esta bandera la corbata de la Medalla Militar por el comportamiento de la Aviación Militar en África.
El lugar era perfecto par aviación tanto por su escasa altitud sobre el nivel del mar y por la situación estratégica que otorgaba Sevilla en la geografía. En 1928 se crea el Real Aéreo Club de Andalucía y su Escuela de Pilotos de Tablada y el 24 de marzo de 1929, el vuelo del ‘Jesús del Gran Poder’ salió desde Tablada y cruzó el Atlántico para volar hasta la ciudad brasileña de Arrecife. 6.746 kilómetros y 43 horas y 50 minutos sin escalas. Este hito se convirtió en la segunda marca absoluta de duración de un vuelo y la primera marca mundial con un avión terrestre sobre el mar. Era el lugar perfecto para superar marcas antes insalvables: en 1931, un Breguet 19 viajó a la Guinea Española tras 27 horas y 11 minutos de vuelo y 4.300 kilómetros sin escalas; en 1933 el vuelo del Cuatro Vientos alcanzó Cuba desde Tablada.
Llegó la Guerra Civil y el acuartelamiento fue utilizado como puente aéreo desde África y como sede logística donde de reparación de aviones durante el conflicto, origen de la actual Maestranza de Aviación. Las riadas también han sido fundamentales en la renovación de este espacio. En 1936 y 1947 los noticieros las señalaron como «catastróficas» para el lugar. Por ello, en 1949 se realizó una compleja reforma para evitar estos desastres.
El ACAR tras la Guerra
Con el nuevo régimen, se crea en 1939 el Ejército del Aire y Sevilla se convierte en cabecera de la Región ‘del Estrecho’. En sucesivas décadas, en Tablada se crea el 11 Regimiento de bombardeo, el 22 Regimiento de Caza, el Ala 25 de Bombardeo Ligero. En 1963, con la desaparición de esta última Ala, comienza una decadencia del lugar que obliga a reorganizar los servicios de vuelo y pista y reparación de edificios.
Un espacio que ha acogido rodajes de películas como ‘La Batalla de Inglaterra’ en 1968 y que volvió a vivir una segunda juventud como base de entrenamientos de pilotos a partir de la década de los 70 en los que se efectuaron 17.491 operaciones de aeronaves y 8.219 horas de vuelo, alcanzando una plantilla total de 1.735 hombres.
El 18 de mayo de 1990 ya no volverán a aterrizar y despegar los aviones desde este aeródromo al quedar el campo de vuelo separado por la nueva autovía de circunvalación SE-30, pasando a denominarse Cuartel General del Mando Aéreo del Estrecho en 1991 y Agrupación del Acuartelamiento Aéreo de Tablada, desde 2004.
En la actualidad
Por ello, Tablada quiere abrirse a Sevilla. Un espacio fundamental para conocer la historia de la ciudad y que, con los nuevos tiempos, forma parte fundamental del legado militar de España. Con una actividad que no cesa, en Tablada aún trabajan el Grupo Móvil de Control Aéreo (GRUMOCA), la Dirección de Enseñanza del Mando de Personal del Ejército del Aire y la Maestranza Aérea de Sevilla (MAESE). Además, en su interior conviven dos clubes deportivos y socio culturales, la Escuadrilla de Transmisiones nº 2, el Centro de Farmacia de Sevilla, el Centro de movilización nº 2, la hermandad del Rocío Castrense y la Oficina Delegada de la Dirección de Infraestructura (DFR) en Sevilla.
Texto y fotos: Javier Comas