A principios del siglo XX comenzó a luchar por los más pequeños, con las necesidades de aquella España, y a día de hoy sigue siendo un referente, adaptados a los tiempos, en la lucha por los derechos del Niño. En estos días de pandemia ha incluido en su labor de compromiso social la elaboración de mascarillas sanitarias reutilizables para sectores sociales más expuestos al contagio. Por este motivo, esta edición de mayo abre una puerta excepcional en nuestra revista de vida social a la solidaridad para dar a conocer el bonito trabajo de la Fundación Gota de Leche de la mano de su director, el doctor Manuel Sobrino.
¿Cómo surge la idea de crear la Fundación Gota de Leche?
Los orígenes se remontan a 1906, año en el que tres médicos sevillanos, encabezados por D. Ciriaco Esteban, crean el Consultorio de Niños de Pecho y Gota de Leche en nuestra ciudad. El objetivo: reducir la elevada mortalidad infantil y ayudar a la población infantil más desfavorecida en Sevilla. Comienzan a desarrollar actividades de promoción de la lactancia natural, ofrecen leche de vaca higienizada para suplir la alimentación cuando aquélla no es posible. Se dirigían a familias que no disponían de los recursos necesarios y atienden a multitud de niños pequeños, sobre todo lactantes en el primer año de vida. Inicialmente dispusieron de algunas consultas en edificios cedidos temporalmente, hasta que en 1926 se adquiere el actual edificio en la calle Manuel Rojas Marcos, 6.
Las actividades pediátrico-puericultoras, de manera particular el seguimiento del niño y control de alimentación, eran en aquella época algo inusual. Añadieron la labor social y crearon la “Gota de Leche” que disponía de vaquería con capacidad para suministrar leche a un número relevante de niños al día. La vaquería e instalaciones relacionadas se ubicaron en las afueras, en la zona de lo que hoy alguien ha bautizado como “nudo de la Gota de Leche”.
La actividad se ha mantenido de manera ininterrumpida hasta nuestros días. En los años sesenta del pasado siglo se dejó de producir leche en instalaciones propias ya que era poco eficiente, si bien el resto de las actividades siguieron. A medida que los servicios pediátricos fueron alcanzando con carácter universal a toda la población por la ampliación de cobertura de la Seguridad Social, en los años ochenta e inicios de los noventa solo se mantuvo una consulta con servicio gratuito de vacunación.
En 1998 se crea la Fundación Gota de Leche como heredera legal de la antigua asociación y sin solución de continuidad se inició una nueva etapa con renovación de objetivos.
En actualidad, el Patronato de la Fundación está presidido por el Dr. Federico Argüelles Martín (Pediatra). La vicepresidenta la ostenta: Dña. Concepción Yoldi García (Economista, Empresaria y presidenta de la Fundación Persan). Son vocales: Juan Pedro Álvarez Giménez (Empresario), Isidoro Beneroso Dávila (Empresario), Luis Bolaños Figueredo (Empresario), María Luisa Gayán Guardiola (Pediatra, Representando a la Hermandad de la Macarena), Ignacio Gómez de Terreros Sánchez (Pediatra), Ricardo Laguillo Morejón (Empresario), Julián López Delgado (Pediatra), María Mencos Martel (Economista), Juan Antonio Ruiz Román (Empresario), Gaspar Saez Herrero (Empresario), José Javier Sobrino Toro (Empresario). Secretario: Manuel Valverde Muñoz (Abogado). Director: Manuel Sobrino Toro (Pediatra).
¿Cuál es su labor principal?
En nuestros estatutos se dice que “La Fundación tiene por objeto promover acciones que favorezcan el reconocimiento y la aplicación de lo establecido en la Convención Internacional de los Derechos del Niño, haciendo especial y particular incidencia en la promoción de la salud infantil y de forma preferente en las poblaciones más necesitadas. Para ello amplificará su campo de actuación interviniendo en proyectos de Cooperación para el Desarrollo que beneficien a la Infancia en aquellas comunidades de países en desarrollo”.
La Convención de los Derechos del Niños (Naciones Unidas, 1989) integra prácticamente todos los elementos necesarios que garantizan el mejor escenario para la crianza de niños y adolescentes, observando todas sus facetas. Nuestra entidad se posiciona en la defensa global y aplicación de la misma, si bien, por trayectoria y vocación, dedicamos más esfuerzos a lo relacionado con la salud en un sentido amplio, pero como parte de todo el conjunto.
Las actividades, de manera resumida son: intervención en menores en riesgo pediátrico social, sensibilización y defensa de los derechos de la infancia, actividades docentes e investigación, consultoría de la infancia, cooperación para el desarrollo de los países de baja-media renta del ámbito Iberoamericano.
En la actualidad, se desarrollan varios programas de actuación directa en la ciudad de Sevilla y otros en varias provincias andaluzas próximas. Atendemos a varios centenares de niños y niñas.
Junto a estas actuaciones, debemos destacar el liderazgo de nuestra entidad en el denominado Foro Profesional por la Infancia. Esta interesante propuesta en la que participa la Oficina del Defensor del Pueblo y todos los colegios profesionales que tienen relación con la infancia ya sean de Sevilla o del marco más amplio andaluz (Médicos, Enfermería, Trabajo Social, Educación Social, Psicología, Derecho, Farmacia,…) pretende favorecer una mirada técnica lo más acorde al plano de Derechos, a mejorar el entorno institucional en favor del menor, buscar el interés superior del menor, como dicta uno de los principios rectores de la Convención. La coordinación de este proyecto corre a cargo del Dr. Ignacio Gómez de Terreros.
¿Cuáles son los logros que más les han hecho sentir orgullosos?
Tenemos que hacer un poco de memoria. Desde fines del pasado Siglo XX un grupo de personas nos hemos vinculado a esta institución. Inicialmente la mayoría éramos profesionales del ámbito de la Pediatría. Con el transcurrir del tiempo se fueron incorporando otras que a título personal o representando a instituciones han ido diversificando con su participación nuestra entidad. Entre todos y con diversos apoyos, se ha realizado un esfuerzo dilatado en el tiempo para hacer resurgir -con objetivos renovados como ya apuntamos- una institución centenaria, muy arraigada en nuestra ciudad y necesaria.
Este voluntad en el tiempo se ha visto recompensada con algunos logros: en los últimos veinte años hemos apoyado a miles de niños que viven en entornos de vulnerabilidad social, de manera especial en nuestra ciudad: Sevilla, con programas y proyectos dirigidos a estos menores con problemas pediátrico-sociales. Baste recordar que nuestra labor en numerosos colegios nos ha llevado en algunos cursos escolares a ofrecer desayunos diarios a más de doscientos niños en hasta siete centros distintos. Se han realizado actuaciones directas con menores en riesgo de las zonas norte y sur de la ciudad. También, ampliando el ámbito geográfico en otras provincias de Andalucía Occidental. Durante casi una década, antes de la “crisis de 2008” trabajamos adicionalmente en Cooperación Internacional en varios países, de manera prioritaria en Perú y Bolivia.
Todo lo anterior fue naciendo del reconocimiento de necesidades no cubiertas. En este mismo sentido, otros de los logros fue la creación del Programa PAINAR (Programa de Atención Integral al Niño en Acogimiento Residencial). Esta propuesta de apoyo a menores que viven bajo la tutela de la Administración se inició en 2005 y suponía una respuesta técnica a los serios problemas observamos en salud, fundamentalmente mental. Fuimos capaces de crear un equipo humano integrado por médicos psiquiatras especializados en el área infanto-juvenil, médicos pediatras, psicólogos, pedagogos y trabajadores sociales, entre otros, que nos permitió abordar multi e interdisciplinarmente situaciones complejas y apoyar la mejora de la calidad de vida de estos menores, con actuaciones coordinadas con la Junta de Andalucía y las entidades que acogen a los menores en sus centros conveniados. La discontinuidad en la ejecución de PAINAR en 2009, la reactivación nuevamente para Sevilla y su provincia en 2018 y la nueva discontinuidad en 2020 por unas u otras razones, ajenas a Fundación Gota de Leche hacen que lo que sentimos como “logro” también lo percibamos como decepción o fracaso, ya que los problemas siguen siendo el pan nuestro de cada día y la necesidad de intervención con estos menores de elevadísimo riesgo es cada vez más que obligada.
También, cómo no, otro logro ha sido el haber puesto en pleno funcionamiento el Edificio Gota de Leche de la calle Manuel Rojas Marcos, 6. Tras un periodo largo iniciado en 1997 en el que la búsqueda de apoyos no fue un camino fácil, abrimos parcialmente el edificio en 1999 en su acceso por calle Bamberg. Esto permitió mejorar la funcionalidad de nuestras actuaciones en y posteriormente, en 2006, conseguimos abrir el edificio completo, lo que supuso poner en valor casi mil metros cuadrados en pleno centro de la ciudad, en un edificio propiedad de nuestra institución, cargado de historia, al servicio de la infancia y adolescencia.
Pero definitivamente, nuestro mayor logro ha sido y es el poder seguir ayudando de manera efectiva a las familias con hijos que necesitan apoyo.
¿Es Sevilla una ciudad solidaria?
Sin duda. Creo que va en el ADN del sevillano. Son incontables las actuaciones que tratan de mejorar la calidad de vida de los que están en peor posición vital. Muchas no se conocen y son resultante del quehacer de numerosas instituciones. Baste, a modo de ejemplo, las actividades de las Hermandades y Cofradías. Toda esa tarea es imprescindible ya que las administraciones públicas no llegan a todos los colectivos desfavorecidos y si lo hacen no cuentan -en muchas ocasiones- con los recursos suficientes y necesarios.
En nuestro caso, además de ayudas de mano de particulares, tenemos la confianza de diversos patrocinadores que financian total o parcialmente nuestros programas. En la actualidad, hemos de destacar: Fundación Persán, Fundación La Caixa, SOVENA, Hermandad de la Macarena, Maestranza de Caballería,…, así como otras que apoyan suministrando insumos para programas: Banco de Alimentos, Instituto Español,…, y otros que en una casi innumerable lista en estas dos décadas se han vinculado a Fundación Gota de Leche. En el ámbito de lo público, mantenemos un programa de intervención con menores de doce años que presentan problemas de conducta en colaboración con el Ayuntamiento de Sevilla.
Al hablar de solidaridad, es obligado destacar también la labor del voluntariado, sin cuya participación no es posible desarrollar muchas actuaciones. Son un valor esencial en nuestra entidad.
En estos días de pandemia han llevado a cabo una labor de fabricación de mascarillas reutilizables para sectores más vulnerables de la población al contagio…
La pandemia viral por COVID19 ha sido un mazazo para todos. Indudablemente está teniendo una desigual repercusión por áreas geográficas, tramos de edad y situación socioeconómica. Al colectivo de niños y adolescentes parece estar afectando menos desde el punto de vista sanitario, es decir, demandan menos asistencia ya que aun sin saber el número de contagiados, en general y salvo casos puntuales, aparentemente o no tienen síntomas o estos son mas leves. Pero sabemos que van a acabar siendo victimas. Baste mencionar aquellos que han perdido a seres queridos (abuelos, por ejemplo), o sus padres han quedado en situación de desempleo. Estas situaciones van a genera más pobreza infantil, aumentado las cifras que ya eran elevadas.
Desde que se inició, hemos mantenido nuestras ayudas, básicamente alimentarias, para las familias vulnerables con hijos, tratando de reforzarlas dentro de nuestras limitaciones. Así mismo, se ha potenciado la fabricación de mascarillas de tela por la iniciativa de uno de nuestros patronos Javier Sobrino, con el objetivo de contribuir a frenar la difusión del virus, sobre todo de colectivos vulnerables. Hasta la fecha, se han distribuido casi 5000 mascarillas.
¿Cómo se puede colaborar con su fundación?
Básicamente con aportación económica o apoyando acciones de voluntariado. En los aportes cualquier cantidad será importante; destacamos la relevancia de las microdonaciones que permiten ir sumando y generando disponibilidad de recursos para acometer actuaciones (parafraseando a uno de nuestros patronos “garbanzo a garbanzo: potaje de garbanzos”). Obviamente, estas contribuciones tienen beneficios fiscales como se sabe. Nuestra cta en Caixabank:
ES17 2100 7131 9222 0056 2811
¿Qué proyectos tienen a corto y medio plazo en la Gota de Leche?
Mantener los programas directos con menores de riesgo en Sevilla y las provincias cercanas. Tanto los que desarrollamos en colegios de Sevilla (apoyos de Fundación Persán, SOVENA, Banco de Alimentos, …), aquellos en las propias instalaciones de la Fundación (Hermandad de la Macarena, Ayto. Sevilla,…), los de carácter multiprovincial (Programa “Crianza” de Caixabank), reactivar uno de nuestros proyectos que tiene discontinuidad y es esencial, como es PAINAR, así como otras muchas en están en marcha o encima de la mesa.
¿Qué mensaje le gustaría lanzar a la sociedad sevillana?
Insistir en que la época de la niñez y la adolescencia suponen un tiempo primordial en la vida del ser humano. La crianza es un periodo largo que requiere apoyo y acompañamiento de la familia y el entorno. Hemos de hacer esfuerzos necesarios para que niños y niñas desarrollen su potencial de crecimiento y hemos de ser conscientes del valor de la infancia, como proyecto de futuro: ellos liderarán la sociedad en que hoy vivimos.
Texto: Jacobo Medina
Fotos: Javier Comas