Mario Niebla del Toro Carrión.
Director de la Revista Escaparate
“La vida es lo más parecida a una enorme tortilla de patatas”
En esta hora vacilante, antojada a medias entre un hoy que termina y un mañana que empieza, vivimos, que no es poco, en el entusiasmo de volver reciclados, prestos a ver ahí fuera una parte del todo que nos ayude a crecer en el embargo constante de la realidad convulsa de un tiempo difícil y apasionante. Estrenamos días y proyectos borrachos de vida, atorados de dudas e incertidumbres pero entusiastas del valor taurómaco que debemos destilar por los poros de una piel preferiblemente fina como para ver lo hermosa que puede llegar a ser esta aventura que es la propia vida. Una piel que se torna dura e impermeable con todo aquello que nos aleje de nosotros mismos. Esa fidelidad a uno mismo debe ser sagrada, como la de los ancianos que pasean calle arriba agarrados de la mano, cómplices de incontables batallas libradas en el frente vital, con ilusión de guisos, paseos y vida tranquila del descanso del guerrero, viendo la vida pasar. Es el momento de ser evidentes en nuestra lucha. No hay tiempo que perder, siempre jugando a favor del enemigo. Tales como la desidia o el conformismo. Con ellos no habrá piedad. Le doy mi palabra de honor. Empezamos 2021 con una edición repleta de ganas y de contenidos fieles a nuestra cita con nuestro público leal desde hace ciento sesenta y siete números para proyectar vida y ganas de gozarla. Vivir la vida es no tener pena, es querer y que te quieran. Vivir la vida es vivir cada momento. Vivir la vida es una fuga del sufrimiento. En este entuerto en el que escarbamos para salir airosos y donde solo Dios tiene las respuestas tenemos que sacar nuestra mejor sonrisa, bálsamo contagioso en estos días grises. También es el punto de cogerle las vueltas a la jugada y ejercer un equilibrio sano entre el saber y la nobleza. La vida es lo más parecida a una enorme tortilla de patatas. Hay que darle la vuelta de vez en cuando y echarle huevos. ¡Y ganas! Obligados a salir llorados de casa. El día acabará llegando tras la noche, vestida de corintio. Llegará el amanecer de nuestro momento, columpiando los aromas que nos trae el aire fresco de la mañana expectante. Deténgase y empiece a notar el aroma a geranio, claveles y romero exultante. Démosle sabor al olor del barrio y encontremos en cada calle un motivo para estar felices, a las terceras de cambio, mientras batallamos como gato panza arriba por poner los mimbres para un ciclo pletórico y de confort, de armonía. Escaparate seguirá en esta añada que inauguramos, camino de los tres lustros y con ayuda de Dios, siendo un fascinante portalón de estética y vida, de creatividad, cultura y sociedad, de historia y presente descafeinado, amable y compañero de baile llevadero, idóneo. Cada página de esta cabecera sevillana como un niño carráncano conserva el espíritu intacto fundacional, comprometido con Sevilla y los rincones de nuestra geografía andaluza donde se gesta nuestra vida social. Somos únicos, ni mejores, ni peores, simplemente únicos. Alzo a esta hora esta copa de buenas intenciones y brindo por ello. Sean felices. Luchen por ello. ¿Rendirse? ¡Jamás! Feliz 2021. Luchen por ello.