Dicen que el arte es la expresión del alma de un artista. Jaime Rodlop tiene esa capacidad a través de su objetivo. Sabemos que no es lo mismo ver que mirar, observar.
La fijación en el detalle, en la parte del todo exterior es lo que hace a una instantánea una obra de arte. La belleza de lo sencillo, limpio. El lujo de lo básico. Así entiendo la obra incipiente de este joven artista que transmite un universo a través de su fotografía. Hace años que la fotografía adoptó la categoría de arte. Era la niña fea de las bellas artes. Gracias a Dios eso cambió hace mucho y a través de ella hemos visto la evolución de la humanidad, sus grandes logros y sus mayores derrotas.
Este mes de enero Escaparate apuesta por los nuevos valores de nuestra tierra, cuna tradicional de artistas, para traerles en esta edición el trabajo editorial dirigido por Rodlop, apoyado en un escenario idílico, la Hacienda de Orán. Un rincón de la campiña sevillana que luce lustroso gracias al buen hacer de la próspera familia Gallego. El sol lucía en todo lo alto, las modelos vestían una radiante juventud y unas espectaculares creaciones de Rafa García Forcada, complementadas por la firma Le Voilá. El resto habla por sí mismo. Es el momento de guardar silencio y dejar que sea el objetivo del sevillano Rodlop quien se manifieste con la frescura y la ilusión de un joven creador de belleza a través de su cámara.
Textos: Mario Niebla del Toro
Fotos: Jaime Rodlop