2 Mar, 2021 | entrevista a

-¿Qué hubiera sido si no hubiese sido periodista? 

-Me hubiese gustado ser central del Real Madrid (risas). Extra deportivamente hablando varias cosas: Una es piloto, otra psiquiatra o arquitecto. 

-¿Qué ha aprendido en su profesión? 

-Primero que el ser humano es complejo y que, como decía un famoso andaluz, Manolo Summers: Casi “tor” mundo es “güeno”. 

-¿Qué pasa en España? 

-Que vamos camino de convertirnos en un remedo de México o de Argentina, países de grandes individualidades, con un estado lamentable. Yo creo que estamos en el peor momento de los últimos cuarenta y tres años de democracia, en la peor situación. Esta situación o la corregimos o no tendrá remedio. Estamos en una deriva que o la cortamos a tiempo o incurriremos en una coyuntura similar a la que viven países como Argentina o como México que son semi democracias o democracias vigiladas. Autocracias como Rusia o Turquía. Por mucho que esté detrás la Unión Europea, que es la que va a evitar que acabemos como Venezuela. La Unión Europea no va a impedir que seamos una democracia similar a Argentina o México o, quién sabe si como Turquía o Rusia. 

-¿Qué solución tiene España? 

-Tiene una solución básica: que vuelva ese bipartidismo imperfecto. Lo llamaban imperfecto pero, visto lo visto, está claro que es la mejor etapa de prosperidad, de estabilidad, de felicidad… La constitución americana dice que te garantiza el derecho a la libertad, pero también el derecho a la felicidad. En estos cuarenta y tantos años han sido años de felicidad y hemos tenido terrorismo, que fue muy duro, pero, en general, han sido años muy estables. Años en los que esas dos Españas que lucharon en una Guerra Civil a cara de perro, hermanos contra hermanos, primos contra primos, amigos contra amigos, desapareció hasta que Zapatero lo resucitó y ahora estamos en una situación derivada tremenda. El bipartidismo se ha ido al carajo. Las etapas de mayor prosperidad en los últimos doscientos años en España han sido el turnismo, con Cánovas y Sagasta y con Maura y Canalejas; y luego ya con el Partido Socialista y el Partido Popular, un partido de izquierda moderada y un partido de derecha moderada y eso es lo que hizo de España un país serio, respetado y próspero. 

-¿Es la monarquía parlamentaria garante de la democracia en este país? 

-Sin duda, yo creo que la monarquía parlamentaria tiene que seguir. Nosotros en Ok Diario hemos sido muy críticos con Don Juan Carlos por su cuestión personal, pero hay que reconocer que es la persona que trajo la democracia a España. Es la persona que la garantizó, junto con Adolfo Suárez. Don Felipe encarna ese papel arbitral que tendría en España en un presidente de la república, pero que siempre acabaría siendo de un partido o de otro. Don Felipe no es de ningún partido. Tendrá sus idea. Intuyo yo, que he hablado bastantes veces con él, aunque no sé por dónde van los tiros,. No lo sé con certeza, porque es muy precavido y está muy bien enseñado en ese rol de árbitro. Yo creo que ese rol de árbirtro lo ejerce a la perfección Don Felipe, mucho mejor incluso que su padre. Políticamente Don Juan Carlos fue un diez, pero éticamente es un cero. Don Felipe es políticamente un diez y éticamente un diez. 

-Se acaban de hacer cuarenta años del intento de golpe de estado del teniente coronel Tejero, ¿podría decirme brevemente los puntos fuertes y débiles de los presidentes españoles de Suárez a Sánchez? 

-Suárez fue un gigante. Era un líder con un carisma tremendo. Era un tío osado, un personaje maravilloso, al cual tuve la oportunidad de conocer. Felipe dio mucho miedo con la llegada de los socialistas al poder en España, lo mismo que ocurrió con Mitterrand en Francia, pero la verdad es que acabó siendo un presidente bastante razonable. Visto con perspectiva, al lado de Zapatero y al lado de Pedro Sánchez, comparar a Felipe González con cualquiera de los dos es como comparar a Cristiano Ronaldo o Leo Messi con un jugador de tercera regional, literalmente. José María Aznar, para mí, económicamente fue el mejor presidente de la democracia. Es el presidente que más riqueza proporcionó a España. Apostó por meter a España en el club de los grandes, con esa alianza transatlántica con Bush y también con Blair, pero desgraciadamente los atentados, nunca del todo explicados del 11 M, se cargaron todo eso. España pasó de estar en la primera división internacional a ser en materia internacional absoluta y totalmente irrelevante. Antes nos hacíamos fotos con Bush. Estábamos en el mascarón de proa de Occidente y ahora somos los últimos de la cola. José Luis Rodríguez Zapatero es el culpable de todo lo que está pasando. Es un tío tan simpático como simple y, desde el punto de vista práctico, malo. El germen que estableció, que sembró… Zapatero se cargó la España constitucional. ¿Qué hicieron Suárez, González y Aznar? Pues profundizar y asentar esa España constitucional que hizo que las dos Españas desaparecieran. Zapatero consiguió, con sus políticas locas, infantiles, estúpidas, resucitar esas dos Españas que estamos viviendo de nuevo. Eso, desde el punto de vista social, es una barbaridad como yo no he visto otra en mi vida. Eso es cargarse lo mejor que hemos hecho en nuestra historia. Tirarlo a la basura. De esos polvos vienen estos lodos. Mariano Rajoy yo creo que es un buen tipo, a nivel personal. Es un tipo afable. Yo creo que es una buena persona, pero se equivocó en intentar tapar como fuera la corrupción del Partido Popular. Se equivocó en no dar una gran rueda de prensa, una gran declaración pública pidiendo perdón a todos los españoles, diciendo que el Partido Popular se había equivocado y poniéndose a disposición de la justicia. En el apartado económico fue un crack, un fuera de serie. Cogió a España arruinada por Zapatero. Una España con un diez por ciento de déficit, con una deuda que había disparado Zapatero de forma salvaje. Zapatero le dejó seis millones de parados y Rajoy nos dejó a una España que pasó del veintiséis por ciento de paro al trece. Creó dos millones de puestos de trabajo. Puso la locomotora a andar. Cuando se fue España crecía al tres por ciento y ahora decrece al doce por ciento. Parados sumamos cinco millones. Por mucha pandemia que haya, por mucho que haya influido. Si tomamos las cifras, la comparación entre Rajoy y Sánchez es bestial. Antes el país que más crecía de la Unión Europea era España en un tres por ciento, Alemania la mitad más o menos o algo más. La media de la Unión Europea era de la mitad de España. Italia, incluso Francia, crecía incluso cuatro o cinco veces por debajo de España. Ahora en la que más cae el PIB en toda la Unión Europea es España. Eso significa que, en igualdad de coyunturas, Rajoy era infinitamente mejor que Sánchez. Con Rajoy liderábamos en el crecimiento del PIB y con Sánchez somos los números uno en caída de PIB. Es verdad que con Rajoy había recuperación en toda Europa, pero aquí crecíamos mucho más que nadie. Ahora todos tenemos la pandemia en toda Europa, pero caemos más que nadie. Sánchez, a parte de eso, es un presidente que roba una tesis doctoral. En cualquier país normal hubiera tenido que dimitir e irse a su casa. Él está tan pancho. 

-¿Es fácil tener voz en las tertulias con la izquierda predominante que impera en la actualidad mediática? 

-Bueno, tienes que tener en cuenta que Podemos y Pablo Iglesias han pedido mil veces en televisión que me echen de las tertulias. Están obsesionados conmigo. Yo creo que es una cosa patológica. Iglesias debería ir al psiquiatra, sentarse en el diván, y preguntarle qué le pasa con Eduardo Inda y que se lo arregle, porque se ha vuelto loco. Han pedido mi cabeza el argentino Pablo Echenique o Irene Montero. Lo mismo ha hecho toda la gentuza de Podemos. Afortunadamente nadie me ha echado. También hay que decir que el Partido Popular, cuando yo destapo el caso Bárcenas por la caja B del partido y los sms de Rajoy a Bárcenas, pidió que se me vetara de todas las tertulias. En España afortunadamente hay periodistas potentes que siguen defendiendo la libertad de expresión y que ante la llamada de un político pidiendo la cabeza de un periodista lo mandan al carajo. Esos dos periodistas son Antonio García Ferreras y Ana Rosa Quintana, que siempre que les pidieron mi cabeza no cedieron. 

-¿Qué ha aportado Ok Diario? 

-Para empezar ha aportado frescura, porque somos un medio de comunicación que informa y que a la vez entretiene. Estéticamente es diferente a lo que había y sobre todo hemos cubierto un hueco. Hasta ahora, en el panorama de los medios digitales no había un solo medio digital, salvo Libertad Digital, que es de derechas, muy bien hecho, pero más opinativo que informativo, de este tipo. Nosotros hemos entrado ahí, en el ámbito de centro derecha liberal y hemos dado voz a once millones de españoles que vota sistemáticamente en las diferentes opciones del centro derecha liberal. Hemos cubierto un hueco que estaba huérfano. Hemos rellenado un nicho y yo creo que eso ha sido muy positivo para la libertad de expresión de España y para el equilibrio entre esa España moderada de derechas y esa España moderada de izquierdas. 

-A lo largo de su basta y prolífica carrera ha conocido a numerosos políticos y personalidades de toda índole, colores y condición, ¿quiénes le han impresionado o marcado? 

-Los dos que más me han marcado han sido personajes extranjeros. Uno es Bill Clinton, con el que yo he cenado en dos ocasiones hace ya quince o dieciséis años. Cenar con un presidente de Estados Unidos es una experiencia única y que desde el punto de vista del análisis comparado es demoledor. Tú comparas a Bill Clinton, que ha estudiado en las mejores universidades de Estados Unidos, que salió de la nada, con cualquier político español y volvemos a la comparación que ya he hecho antes. Es como comparar a Cristiano Ronaldo, a Messi o a Haaland con el delantero del equipo de mi pueblo. Son tótem. Son gigantes. Otra persona que me impresionó mucho fue John McCain, el senador estadounidense republicano que murió hace más de dos años enfrentado al loco de Donald Trump. Es un personaje que me marcó. Una de las grandes cosas que tenía era cuando te contaba cómo fue su cautiverio en Vietnam durante cinco años. Él tuvo la oportunidad de haber sido liberado mucho antes, porque su padre era almirante de la armada estadounidense, y él dijo que no quería tener un trato de preferencia con respecto a sus compañeros estadounidenses presos. Pasó cinco años en cautiverio. Una de las frases que me dijo a mí en esa charla, que fue hace ya muchos años, fue cuando le pregunté si no tenía rencor. Él me contestó: La vida es demasiado corta como para guardar rencor a nadie. Una tercera persona, también extrajera, que me llamó la atención y que tuve el honor de hacerle la última entrevista en vida fue Mohamed Ali, el célebre boxeador. Le entrevisté en su ciudad natal, en Louisville, Kentucky, en 2010 y eso fue una delicia. Su equipo era la gente más profesional con la que yo me he topado en mi vida y fue una cosa deliciosa. Para un amante del deporte y del boxeo, como soy yo, estar con un mito viviente pues fue lo más de lo más, de lo requete más. A nivel español es complicado decir alguien con quien me quedo. En cualquier caso, de la política siempre me quedaría con gente del pasado. En política se cumple aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Yo conocí mucho a la gente que hizo la transición, a la gente de la UCD. Era gente de mucha talla personal, mucha talla humana, de mucha intelectual y de enorme talla política. Fue un partido, la UCD, que hizo de kamikaze para lograr la transición. Un personaje que me fascina es Felipe González, como no podría ser de otra manera y estando como estamos en Sevilla. A pesar de que yo soy un liberal de centro derecha y él es un socialdemócrata, es un tipo con una cabeza privilegiada. Aznar, al que conozco muy bien, es otro personaje de primera división. Alberto Ruiz-Gallardón, que además es primo lejano mío, es otro gigante. Son los que más me han llamado la atención. Los de ahora son todos… De los de ahora, a mí me llama poderosamente la atención es José Luis Martínez-Almeida, que lo reúne todo. Tiene carisma. Es listo. Es abogado del Estado. Es honrado. Es un gran alcalde. Lo está haciendo francamente bien. Es un político que va a tener el futuro que él quiera. 

-Si yo le pidiera que me esbozara en tres o cuatro trazos cuál sería la España ideal, ¿qué aspecto tendría? 

-Una España menos paleta, más cosmopolita, más viajada, menos ombliguista. Una España en la que se recuperasen las competencias en materia de educación por parte del Estado. Tú no puedes hacer un Estado fuerte con las competencias de educación diseminadas en diecisiete puntos. Eso es una auténtica barbaridad. En Francia la educación está centralizada, estés en París, en Nantes, estés en Lyon, en Marsella o estés en un liceo francés en Hong Kong. Es la misma educación para todos los ciudadanos franceses o para todas las personas que residen en Francia. Es una asignatura pendiente que espero que se resuelva algún día, si no se hace estamos abocados al desastre. Luego, una de las grandes plagas de nuestro país es la corrupción. Ahí hay mucha tarea por hacer. Para los periodistas es una maravilla, porque para los medios de comunicación son salvajes. Yo preferiría tener menos trabajo como periodista y que España fuera un país mejor. 

-¿Existe la verdad absoluta? 

-Sí. Había un político americano que, debatiendo, cuando un oponente le dijo: “Es que yo tengo mi verdad”. Él le contestó: “Senador, no, usted tiene derecho a su opinión, pero no tiene derecho a unos hechos propios. Su verdad es su opinión. No son los hechos. Los hechos son los hechos”. 

-¿Qué justificaría una mentira? 

-En el caso de una mentira piadosa (sonríe). En el apartado personal nunca me he permitido ni siquiera una mentira piadosa, salvo en casos de forzada humanidad. En la vida nunca me ha gustado mentir, porque te cogen siempre. 

-¿A quién le hubiese gustado entrevistar? 

-A Winston Churchill. Ese es mi ídolo. Es el político más grande de todos los tiempos. El inglés más grande de todos los tiempos. La BBC hizo una encuesta hace quince o veinte años y Churchill salió como el británico más grande de todos los tiempos. Competía con una Lady Di que estaba recién fallecida y era un mito, con la Reina de Inglaterra, con Shakespeare, con Margaret Thatcher, con Newton, con los Beatles, con los Rolling Stone, individualmente con John Lennon, Mick Jagger, Paul McCartney, con Guillermo VIII, con Cromwell… Churchill. 

-Como no miente, ¿me podría decir un secreto inconfesable? 

-(Silencio). Esa es difícil (risas). ¡Sí! Contraviniendo lo que decía John McCain, en mi vida pública soy un pelín rencoroso. A mí el que me la hace me la suele pagar (sonríe). 

El 28 de febrero hemos celebrado el Día de Andalucía, ¿cómo nos ve? 

-Andalucía es una gran tierra. Tú vas por Andalucía y parece que estás en la España de los Reyes Católicos. Tú piensa que aquí se gestionó la mayor gesta de la humanidad, junto con la llegada a la luna. Yo no veo que haya habido nada más importante que el descubrimiento de América o la llegada a la luna. Seguramente hay, pero no se me ocurre nada más importante. Sevilla era el centro de todo hace quinientos años y se nota en sus calles. Andalucía es una tierra maravillosa. Lo que más me llama la atención es que cuando vengo, sea a Sevilla, Almería, Jaén, Córdoba, Málaga, Huelva, Cádiz, Jaén o Granada, jamás de los jamases veo una mala cara. En Andalucía tienes que esforzarte para encontrar una mala cara y no encontrar una sonrisa. Los andaluces sois de los tíos más salados, divertidos e ingeniosos del mundo. Yo en Andalucía me lo paso muy bien. Cuando vengo descanso, me relajo. Sois una tierra con unos antecedentes culturales impresionantes. Aquí pintaba un tal Velázquez, de aquí era un tal Picasso, un tal Machado o García Lorca. De aquí partió un tal Colón y de aquí era Séneca. Esto fue un crisol de civilizaciones como no ha habido otro en la historia de la humanidad. Yo lo que echo en falta en Andalucía es más desarrollo industrial. Yo creo que el gran reto que tiene este gran presidente que es Juanma Moreno es revalidar esa mayoría para hacer de Andalucía una comunidad más próspera y para eso tendrá que apostar por un programa de industrialización y de apuesta por energía renovables y nuevas tecnologías. Andalucía con el clima, las condiciones y la calidad de vida que tiene puede ser un polo para atraer grandes empresas de energías renovables y nuevas tecnologías tremendo. Siempre se habló de hacer el Silicon Valley europeo en Andalucía y nunca se ha hecho. Pues que se haga de una puñetera vez. Yo creo que Juanma Moreno tiene que consolidar este proyecto. Llevarlo a largo plazo y que no sea una anécdota, como fue la irrupción de los constitucionalistas en el gobierno del País Vasco. No podemos olvidar que los socialistas estuvieron en Andalucía tanto tiempo en el poder como Franco en España. 

Texto: Mario Niebla del Toro
Fotos: Aníbal González

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