Hoy es viernes y los sueños brillan más, pero cuando me leáis no será viernes y no sé cómo andarán nuestros sueños, pero ahí estarán, volando.
Cada vez está más cerca el verano, y nos cambian el espíritu, las ganas, nuestro carácter es más agradecido, y todo lo vemos de otra manera cuando se va acercando la época estival.
En Sevilla, especialmente, creo que los sevillanos nos lanzamos a las calles, esté pasando lo que esté pasando, y ahora, además todo el mundo se lanza al mismo sitio, Casa Ozama, porque así somos, noveleros hasta más no poder, yo la primera, pero oye que el sitio es ideal, una decoración maravillosa, y un lugar estupendo para desconectar e ir preparándonos para el verano. Será aquí donde nos acabemos viendo todos en un momento u otro.
Ya pasó la feria, y aunque no la hayamos vivido como Dios manda, nuestros cuerpos lo saben, se vuelven feriantes, con ganas de líos y relíos, hasta me he preparado algún que otro caldito por la mañana, para creérmelo un poco, y oye, que ha surtido su efecto.
El centro se ha vestido más bonito que nunca, las sevillanas han salido vestidas de flamencas y si te ibas a la calle del infierno, veías cada rubia con unos looks dignos de la mejor tarotista que se precie, muy a propósito, los niños subidos en la noria y tu mirando qué va a pasar con tu futuro mientras te comes un algodón de azúcar.
Una feria diferente a otras, pero, sobre todo, muy diferente a la del año pasado.
La habría querido borrar de mi memoria, pero tenemos redes sociales que nos recuerdan cada día lo que hicimos ese mismo día hace un año. En mi caso, como imagino que en el de cualquiera de nosotros, me recordaba la receta que había hecho, las sevillanas que bailé con el aire para luego virtualmente bailarlas en un video con otra chica, o cuando adorné mi casa con farolillos de la Guita. Irremediablemente me he tenido que acordar de la cantidad de cumpleaños que vivimos en el confinamiento, si me pedían grabar un vídeo más, creía que mataría a alguien, pero al final lo hacías, no quedaba otra, mi hijo me decía que si me estaba volviendo loca, porque de pronto me veía vestida de flamenca, de lo más puesta, mientras me grababa bailando sevillanas yo sola, como si hubiera perdido la cabeza del todo, y a continuación, cuando ya me parecía que el video, estaba medio decente, me metía de nuevo en el dormitorio, para salir vestida y de punta en blanco para la de noche del pescaíto y claro era de día, y las 12:00 de la mañana, pero me tenía que hacer la foto de rigor y la luz no es tan buena a las 20:00, luego me ponía cómoda, pero 7 I ESCAPARATE
con el maquillaje de noche en la cara y me ponía a hacer una receta que también subía a redes, en fin que tenía días con la agenda de lo más completita, y salía y entraba del baño como si estuviera grabando “Lluvia de estrellas”. Y ,¿cómo se le explica todo esto a un niño?, yo por más que le decía esto y lo otro, yo creo que él pensó firmemente que había perdido a su madre, pero ¿y lo que se reía conmigo? Pues eso…
Pero ains que me voy al pasado y estamos en el AHORA, en esa época del año extraña que no sabes qué ponerte, de pronto vas abrigada y hace un solazo de la pera, o vas en manga corta y llueve y hace viento, para acabar vistiendo con unos estilismos dignos de @thesartorialist y sin ser conscientes somos todo un referente de streetstyle, porque a otra cosa no, pero a positivos no nos gana nadie.
También es el momento del año en el que empezamos a hacer planes para el verano, este año se presenta diferente, imagino que para todos, sobre todo porque los hacemos, pero no sabemos qué pasará de hoy a mañana, estamos viviendo al límite, quién nos lo iba a decir con lo conservador de nuestro carácter, en general, si hablamos de España, pero si es de Sevilla, ya ni os cuento. Evolución se llama eso, tanta frase de ayuda, y autoayuda en las redes, en los libros, diciéndonos todo el rato que la vida es hoy, ahora, YA, y va a resultar que al final es verdad, y nos da hasta un poquito de coraje, con lo acostumbraditos que estábamos a medio organizar nuestra vida, que era para nada, porque efectivamente, luego pasa lo que tiene que pasar, pero nos gusta creer que tenemos el control, aunque sepamos que no lo tenemos, eso es así.
Y como parece que sí, que efectivamente podremos empezar a viajar dentro de poquito, vamos a lanzarnos a hacer planes y vamos a dibujar un poquito nuestro futuro más inmediato. Yo os diré que sigo sin atreverme del todo, que lo estoy haciendo, y espero dentro de poco que todos podamos contarnos qué haremos, pero estos últimos meses, que no el año anterior, me han enseñado a la fuerza, que mejor no pienses mucho en pasado mañana, porque el futuro es incierto, nuestra imaginación, no, y mientras tanto, a seguir soñando, eso sí, tomando caracoles como si no hubiera un mañana.
Por Ana Nievas @ananievas_
@mordiscodemujer ? @savethecrown
Mamá de Mario y obsesa del buen gusto y la buena educación.
Diseño y creo cosas en mi cabeza desde que me levanto y escribir ocupa el rato en el que soy más yo, de todos mis ratos.
Founder & designer de Mordisco de mujer y Save the Crown.
Antes escribía en Yo Dona («Sur by Sur» 2013/2018), ahora en la revista Escaparate de Sevilla con «Save the Pepper».
Me casé tres veces, me separé otras tres, esperando encontrar ese amor que te hace cosquillitas en la barriga todo el rato.
Ahora, el romance es conmigo misma.
A mi, los hombres, en su justa medida, me inspiran, y por eso y como romántica empedernida que soy, pienso que encontraré a la persona que merezca mi respeto,mi admiración, mi pasión y mis ganas. Mientras, vivo.