Mi amistad con Fiona cumple una década y desde el minuto uno hay algo en lo que concluí sin vacilar un segundo. Estaba cruzándose en mi vida una persona que venía para quedarse y que su inconformismo le llevaría a formar bonitos e ilusionantes proyectos. Hay personas que se cruzan en el gran teatro que es la vida y otras que la atraviesan. Fiona es una de ellas. Tiene de rubia el pelo y eso se refleja en el personaje de ficción Frida que protagoniza la tercera obra de esta luchadora ejemplar.
Parafraseando a Fiona: “La vida está para vivirla y no para que te la cuenten”.
– ¿De qué va y quién es La Estilista?
– Bueno, La Estilista, si queréis pensaros que yo soy Frida que es la protagonista del libro o que Frida es Fiona, pues al final es una decisión del lector. La Estilista es una novela de ficción donde los personajes son ficticios pero obviamente están basados en experiencias propias. Y Frida, a mi siempre me ha gustado decir que reúne a muchas mujeres y a muchos hombres.
– ¿Qué aporta La Estilista al lector? ¿Cuál es la moraleja? ¿Cuál es el prologo?
– Bueno el prólogo si es verdad que soy yo la que empieza con el prólogo, porque quería de alguna manera destaparme, hemos pasado un año muy duro, hemos pasado situaciones muy complicadas y creo que es el momento de dejar atrás los cinismos y el todo va bien. Todo puede ir bien y todo puede ir mejor, pero todos hemos tenido momentos malos y esto se trata la primera parte del libro. Hablo mucho de la depresión, de la angustia, de la ansiedad porque quiero que cuando el lector lo lea se sienta reflejado y piense “a mí también me pasa” y entonces no se sienta solo. ¿Qué quiero transmitir? Quiero transmitir cercanía, quiero transmitir muchísimo respeto por el mundo de la moda. Sí es cierto que voy a decir una cosa, cuando yo pensé quién presentara el libro, pensé en ti, Mario, y esto lo dije en la presentación de Sevilla. Esto es cierto: uno, porque eres periodista; dos, porque eres muy conocido en Sevilla; pero, fundamentalmente, fue porque nos conocemos hace muchos años y porque yo he visto como comenzaba el proyecto de Escaparate y si la gente supiera todo lo que hay detrás de un proyecto, los arrimismos que hay en un momento determinado y a lo mejor durante todo el año, que no te llaman ni para ver qué tal estás y cuando se va acercando tu gala empiezan los mensajes Luego, si supieran todo lo de los patrocinadores, cómo se montan los photocalls, cómo se paga todo eso… De verdad, tendríamos mucho más respeto a la hora de confirmar o desconfirmar. El libro sobre todo refleja lo que hay detrás de una foto, lo que hay detrás de un evento. Abres la revista Hola o cualquier revista y te ves maravillosa ahí o de una editorial y detrás de eso hay un maquillador, un estilista, hay un equipo. En el Instagram, por ejemplo, que yo trato mucho sobre las redes sociales, porque de esto tenemos un manual, puesto en novela ficción pero es un manual para conocer más todo este mundo. Se pone siempre la cara amable. Tú qué sabes si esa persona que está posteando una foto en ese momento no está pasando realmente un momento duro. Yo, a través de Frida, también cuento experiencias propias, porque yo me he visto en la situación de posar en un photocall y en ese momento estar destrozada y sonriéndole a las cámaras y pensando, si supieran la noticia que me acaban de dar… Es más, te voy a decir una cosa. Hay una edición de los Premios Escaparate, el que teníamos que llevar un tocado, exactamente un minuto antes de posar frente al photocall, recibí un email de una muy mala noticia. Pues si te digo la verdad, no sé ni como posé en ese photocall, se que posé con una sonrisa, cuando por dentro estaba con taquicardia y destrozada. Entonces son las cosas que la gente no ve. Yo tengo un respeto muy grande por el mundo de la moda. Sí es cierto que aquí se hablan de traiciones, de amores, pero porque eso es parte de la vida, lo que pasa es que tal vez dentro del mundo de la moda se engloba muchas cosas, porque la moda no son solamente diseñadores. La moda es una industria gigante que engloba millones de sectores, como el sector del lifestyle y el sector de los eventos. Tal vez todas esas cosas afloran mucho más, pero sabes por qué, porque es un mundo de creativos y también estamos todos medio chalados. Al final la creatividad hace pues que hayan más rozaduras. Sobre todo quería zanjar el valor de lo que hay detrás de una foto. La Estilista se llama La Estilista hace cuatro años y se lo deberías de preguntar a Carmen Fernández de Blas, mi editora. Yo hice mi primer libro, “Wacu Girls” y el segundo, “Cuando el tiempo hace tic tac”. Luego ella se fue de Planeta a La Esfera de los Libros. Yo tenía un contrato con Planeta y me fui a la Esfera porque en la vida también hay que ser legal y leal, y ella fue la que me dio la oportunidad. Me fui con ella y, si se hubiera ido a una editorial chiquitita, también me hubiera ido. Me pidieron el tercer libro y tardé cuatro años en hacerlo, porque la vida al final es una cuestión de tiempo y todo tiene su tiempo y su momento. Si la Estilista que tenía ese título hace cuatro o cinco años, hubiera salido en ese momento, a lo mejor también hubiera tenido igual de repercusión y hubiera tenido éxito, pero yo no pienso que se hubiera visto de la misma manera que se ve ahora. Ahora que todo el mundo sabe lo que es un influencer, que todo el mundo sabe lo que es una estilista y que todo el mundo está empezando a tener un valor mucho más amplio del mundo de la moda. Yo no soy estilista pero a través de La Estilista, reivindico el trabajo que hay detrás de los profesionales y, luego, si te fijas, pone la Esti-Lista. El otro día hice una entrevista con Carlos Herrera y me preguntaron, “¿Fiona, hay muchas esti-tontas?” Y yo dije: varias (risas).
– Hablaba antes que estamos en un momento en que la pandemia nos ha enseñado cínicamente que todo está bien, que todo puede estar bien ¿Vivimos en una falsa ideología o en una falsa creencia de que tenemos que transmitir siempre el sí o sí que estamos más felices que nunca?
– Sí, yo creo que al final la vida es un teatro y nosotros somos actores y tenemos que aprender a jugar con eso. Sí es cierto que no puedes ir por el mundo siendo una víctima y diciendo que todo te va mal y además que esto es algo que yo he aprendido. La pena no vende y el poder llama al poder, eso es así, pero tampoco pasa nada porque en algún momento estés más débil y hablar. Eso también es un poco
la moraleja del libro, que no pasa nada por hablar, que no pasa nada por recurrir a un profesional, por ser humano, y yo creo que ahora mismo lo que pide el mundo es que seamos más humanos y menos inhumanos. Seamos más reales y aprendamos a decir las gracias. Esto es algo que es de La Estilista, de Fiona Ferrer. Hay que aprender a decir las gracias y a darle la enhorabuena cuando tus amigos sacan un libro, organizan un evento, cumplen años. ¿Qué sentido tiene jugar a que no nos importa nada? Yo creo que, precisamente ahora, lo que importa, lo que de verdad importa, es estar unidos a tus amigos, a tu familia y eso es algo que lo digo mucho en el libro porque de verdad es así, lo que de verdad importa son los tuyos.
– ¿Frida es feliz?
– Frida nunca es feliz del todo porque Frida también convive con la tristeza, pero ha aprendido a convivir con la tristeza. Eso es algo que le pasa a todo el mundo que ha perdido a alguien de una manera trágica, pero en sí tampoco Frida se puede quejar. De hecho Frida en el libro un día decide que o se queda en la cama y se queda ahí, o sale de la cama y empieza a vivir y eso también es una gran moraleja del libro, ¿no? Y también utilizar las tres ces: cabeza, corazón y cuerpo. Hay que tener todo muy unido y luego hay una frase que es muy de mi segundo libro y que la he aplicado aquí mucho que es “cómete el mundo sin comerte a nadie y prohibido comerse el plato de el de al lado”. Tú puedes llegar a donde quieras en la vida, obviamente siendo realista, pero no siendo un trepa. No hace falta hacer daño, porque el mundo es circular. Este libro lo puedes empezar por el principio o por el final, porque todo vuelve y se devuelve. El karma existe y eso te lo digo yo que lo sé, y luego que la vida está para vivirla y no para que te la cuenten, ese es el mensaje de Frida. Y luego que es un libro donde los personajes están tratados de una manera muy rápida, porque dejo a tu imaginación lo otro. Está La Perla Falsa que es más falsa que sus perlas, Ofelia Mendoza que es sevillana y es estilista, y la llaman la sapo porque se traga a todo y a todos. Luego, Frida tiene unos momentos sexuales importantes… (Sonríe).
– Tiene sexo, tiene lealtad, tiene triunfo, tiene derrota. ¿Cuál es la faceta que más le ha hecho aprender a Frida?
– Las derrotas porque sin derrotas no valoras las victorias, y sin traiciones no valoras a tus amigos.
Muchas veces, que es una frase que dije el otro día, hay que saber mirar a la muerte de frente para saber afrontarla. Eso es muy importante y Frida y Fiona, y ahí si te puedo hablar en los dos sentidos, saben de eso. Cuando tienes el miedo a perder algo es cuando de verdad comienzas a valorarlo más.
– ¿Cuál ha sido la gran aportación del mundo de la moda a la humanidad?
La creatividad, la creatividad. Y ahora trasladada a las redes sociales, la inmediatez, la oportunidad de que todas las mujeres y hombres se puedan sentir guapas y guapos, porque la moda se ha democratizado. Hay una democratización de la moda y eso ha hecho que ahora nos preocupamos en qué ponernos. Queremos estar más guapos, pero no para los demás, sino para nosotros mismos. De hecho Frida cada mañana se levanta y se mira al espejo y dice “tú puedes”, porque eso es muy importante, el tema de la autoestima. También se trata mucho en el libro la seguridad. A través de influencers, porque te digo habla mucho del tema de los influencers, también se habla del tema de los retoques, de cómo hay ciertas personas que no tienen nada que ver con su realidad y que ellas mismas se ven a través de los ojos de las redes. Eso tampoco es bueno.
– No es tan feo nadie como en el DNI ni tan guapo como en el Instagram.
– Exacto eso lo puedes decir, está muy bien. También las redes sociales nos han enseñado que solamente te deja entre ver que todo el mundo es perfecto, nadie tiene celulitis, nadie tiene tripa, y no es verdad. Tampoco tenemos porque enseñar todo eso pero sí hay que tener muy claro que las redes sociales pueden hacer mucho daño.
– ¿Pero en balanza ha sido más positivo que negativo las redes sociales?
– Las redes sociales son el presente y el futuro, y están aquí, y ahora mismo tono entiendo a oda esa gente que dice que no utiliza redes sociales. Ahora mismo las redes sociales son parte de nuestro trabajo. Sí es cierto que hay gente que se dedica plenamente a esto, que son los influencers y luego están como nosotros microinfluencers o gente conocida que utiliza sus redes para dar a conocer proyectos o simplemente para decir un buenos días a gente que te saluda y que el día de mañana, que es mi caso, me va a comprar el libro, si saco algo me va a apoyar. Es un gran medio de comunicación y ahora mismo es el medio de comunicación más grande que hay. Cierto es que hay que saber diferenciar entre el intrusismo y no.
– Tuvimos una época incipiente de las redes sociales como hace veinte años. Luego llegó la era de los bloggers, que acabaron acabando. Ahora estamos en la época de los instagramers y los youtubers, que acabará acabando. ¿A dónde crees que vamos? ¿Hacia dónde?
– Vamos hacia una evolución constante, pero acaba todo rela
tivo. Yo, por ejemplo, fui la primera blogger de la revista Hola. Llevo diez años en el top ten pero, por ejemplo, mi blog se va a transformar en una cosa mejor, porque la gente sigue leyendo. Lo que pasa es que la palabra blogger pasará a llamarse de otra manera. Las redes sociales no van a desaparecer pero, gracias a la pandemia, hemos visto quien vale y quien no vale. Cuando me refiero a vale o no vale, no me refiero al número de likes ni al número de seguidores. Me refiero a quién tiene corazón y quién está haciendo solo un post. Las redes sociales en todo este tema del Covid ha sido una gran ayuda y ahí psicológicamente se han podido ver muchas cosas. Yo, por ejemplo, como tú sabes, colaboro con fundaciones como Aladina, Juega Terapia y el Sueño de Vicky. Yo soy jurado de los Influencers Awards y hubo doce ganadores muy potentes. Le dije a la creadora de los Influencers Awards que yo quería mandar doce pelones de Juega Terapia a los ganadores y que me encantaría que ellos le pusieran una carta para que ellos lo subieran a sus redes. Ninguno lo ha subido y son doce influencers muy conocidos, algunos de ellos que admiramos. Automáticamente me han demostrado que ellos no son influencers son gente que hoy está arriba y mañana va a estar abajo y además muy rápido, porque además las redes sociales tienen que servir para el tema de los compromisos y la solidaridad. También es cierto que no van a desaparecer, pero vamos a cambiar la manera de percibir las redes sociales. Ahora hay niñas muy jóvenes que tienen un montón de seguidores, un millón de seguidores, tienen su momento, pero a mí no me queda claro que dentro de cinco años sigan estando. Es como la moda. La moda puede parecer algo fácil, pero para estar ahí hay que mantenerse y para mantenerse hay que trabajar mucho y nada en esta vida es regalado y lo que llega fácil, fácil se va. Igual que cuando los medios de comunicación de repente ensalzan a alguna mujer u hombre que se ha hecho famosa o famoso, porque está saliendo con alguien conocido. Lo que viene rápido se va igual de rápido. Una foto no es nada. Hoy estás y mañana no estás, esa es la filosofía de La Estilista que en la vida todo cuesta y que nada en la vida es gratis y que quién quiere algo tiene que trabajar, darle un click a una foto no.
-¿Cuál es el gran secreto que cuenta Frida en el libro de su vida?
– Varios. Hay varios y, de hecho, hay un tema muy reciente personal y familiar que estamos luchando contra él que no sale en el libro. Hay una parte muy íntima que es la muerte de mi madre, pero todas las demás las tenéis que adivinar a través del libro eso no sale.
– ¿Se deja el final abierto?
Se deja el final abierto y te cuento una cosa, que lo sepas: La idea de La Estilista es una serie de televisión, hasta ahí puedes leer.
Texto: Mario Niebla del Toro
Fotos: Aníbal González
