Sevilla vivirá el próximo 5 de octubre un espectáculo sin precedentes de la mano de una de las voces más singulares del panorama nacional. Antonio Manuel Álvarez Vélez, más conocido por “Pitingo”, cantará para quinientas personas en un acto vip celebrado en el teatro Box Cartuja y en el que unirá sonidos de todo el mundo bajo el nombre de “Mestizo y fronterizo”, gira con la que ha cosechado ya éxitos durante el mes de septiembre en Málaga y Madrid.
Tras dos años por toda España y fuera del territorio nacional, “Mestizo y fronterizo” aterriza de una forma especial en la capital hispalense. El artista comenta a Escaparate que se trata de “un espectáculo y un disco grabado en los que se incluyen temas de toda la vida como “Proud Mary” de Tina Turner u otras de Ray Charles, entre muchos otros”. Asimismo, el concierto contará con “otras canciones inéditas enfocadas a la interculturalidad para que aprendamos los unos de los otros, tanto de las diferentes culturas como de las religiones”. En definitiva, busco un mensaje claro: “Que nos respetemos”.
Dieciocho personas se subirán a las tablas del espacio escénico de la Cartuja para hacer vibrar a esos quinientos privilegiados que allí se encuentren ese día. “A mi voz la acompañará una banda increíble, un coro de Góspel con afroamericanos de todas las partes del mundo, las trompetas y la batería son cubanas y Jesús Núñez de El Puerto de Santa María tocará su guitarra flamenca. Habrá cantaores y palmeros flamencos, guitarras eléctricas, teclado,… Será único y, a parte del sonido, visualmente será muy impactante”.
Un viaje a sus orígenes
Para Sevilla se titulará “500 + 1”. Con este espectáculo del Box cartuja, Pitingo trae a Sevilla “una experiencia diferente”. Los asistentes disfrutarán de una copa de bienvenida para, a continuación, presenciar una entrevista de cuarenta minutos sobre el escenario “en la que el público puede preguntarme”. Tras la actuación, los que hayan adquirido las entradas vips, podrán vivir un coctel “en el que podremos charlar”, comenta el cantante. Cercanía y música de calidad se darán la mano. Un espectáculo basado en las raíces del propio cantante: “Mi madre es gitana y mi padre no lo es, por eso soy ‘mestizo’. Nací en Ayamonte, lindando con Portugal, por eso soy ‘fronterizo’”, señala Pitingo.
Y es que “tenía que hacérselo mirar y fue a consultar con el médico especialista, quien analizó sus síntomas; el buen color, esa inaudita capacidad políglota en el diálogo musical cuerpo a cuerpo, las desbordantes facultades adornadas con el mejor de los sonidos…, y estableció su diagnóstico: Tengo que comunicarle, señor Pitingo, que va a ser usted, mestizo y fronterizo. Y, ¡había motivo!, salimos a celebrarlo como corresponde, grabando un disco y preparando un espectáculo, conceptual, a la manera de la casa”, señala el autor con alegría. Esa alegría y mensaje que traerá a Sevilla porque “la interculturalidad procura una educación social crítica y reflexiva, concibiendo el racismo como un problemón social a remediar urgente, cree en la ley de vasos comunicantes que nos aúpa e iguala, en la convivencia con la correspondiente asimilación de costumbres y normas ajenas a la cultura propia, para mejorar todos unidos, sea del estado que sea cada cual”. Pitingo comenta que “está por la labor porque es gitano y es gaché, creció al borde de La Raya, y es flamenco de nativitate. El flamenco, que se entere el globo entero, es uno de los mejores ejemplos de interculturalidad ecuménica. Nacido en la Andalucía más pobre y más sabia, supo conformar un lenguaje común reuniendo elementos afros, judíos, árabes y cristianos, cantares de toda España e Hispanoamérica”.
Por ello, “he sido fiel a sus raíces flamencas, esas que te obligan a seguir hermanándote con los sonidos enraizados del planeta conocido, atreviéndose a cruzar ríos, rayas, mares y montañas, océanos… La unión y la música amansan las fieras que cada cual lleva dentro, creando un mundo más grande, rico, solidario y generoso, haciendo a la gente cada vez más hermosa en su singularidad, jamás pequeña en cerrada y egoísta mediocridad. Antes unirse en salud, que morir por separado”. Así abre Pitingo esta nueva aventura, “con ecos del Continente Negro, sonidos de una infame esclavitud dichos con cantares de gaditanas carceleras gitanas, la bajo-andaluza toná grande del desheredado, para marchar sobre el compás flamenco hasta alcanzar la costa del Nuevo Mundo y reencontrarse con el hermano afro, abogando por el ‘Fuera cadenas’. Comienza un viaje de melómana hibridación que nos hará mover el cuerpo y las manos, libres, a compás, y desembocará en la interpretación de himnos generacionales para la hermandad del ser humano con orejas en buen estado de uso ¿Quién se apunta?”, finaliza el autor.
Todo en una gira que finalizará el 28,29 y 30 de noviembre en el Teatro Apolo de Madrid donde “pondremos el broche de oro”.