Siendo una niña ya tenía claro que quería ser periodista y lo consiguió, pero no sólo eso, ha llegado a ser de una forma muy personal una de las líderes de opinión de referencia en el panorama nacional. Comunicadora, empresaria y madre se levanta cada día al alba para hacer un programa donde la inmediatez y la variedad componen un periódico televisivo. Viene a Sevilla cada tres por cuatro porque sus raíces y el hombre de su vida están aquí y fue en la capital andaluza donde conoció a este último, al que define como un hombre maravilloso. Fue la historia de una niña de El Vacie enferma de cáncer la que le llevó a conocer a la Asociación de Padres con Niños Oncológicos de Andalucía y es por Andex por lo que Ana Rosa Quintana ha venido a Sevilla. En este caso para amadrinar la campaña solidaria del Hotel Alfonso XIII a beneficio de esta asociación de lucha con los más pequeños capitaneada por la entrañable María Luisa Guardiola.
¿Cómo era Ana Rosa en su más tierna infancia?
Ah, pues una niña habladora, como sigo siendo ahora. Curiosa, inquieta y feliz.
¿Con qué soñaba?
Con ser Mary Noticias. Lo he contado algunas veces. Era un cómic que me traía mi padre. Era una periodista que llevaba siempre una gabardina ideal larguísima, que llevaba una melena por aquí y que le pasaban unas aventuras fantásticas. Era un cómic con el que me sentía muy identificada, era muy antiguo pero ya en Madrid había muchas cosas que eran ya de colección. A mí me traían siempre Mary Noticias y yo quería ser Mary Noticias. De hecho, de pequeña fui Sisí y luego Mary Noticias. Sisí ha sido Leticia y yo Mary Noticias (risas).
¿A qué jugaba?
A Sisí, también a los cacharritos, a la cocinita, a las muñecas… Éramos dos hermanos, un chico y yo y he sido muy chicazo. Muy amiga de los amigos de mi hermano Enrique y jugábamos a la lima cuando llovía, al escondite, al trunque, a la cuerda, a todo.
¿Si no hubiese sido periodista que hubiese sido?
Posiblemente economista. Empresaria. Al final yo tengo una parte de empresaria que sigo cultivando. De hecho tengo una productora.
¿Se imaginó algún día que llegaría a donde ha llegado?
No, ni me lo imaginaba, ni siquiera lo ambicionaba. Siempre las cosas han ido viniendo poco a poco, sin buscarlas casi. Lo que sí es cierto es que yo he sido muy atrevida, muy valiente y eso, que me he montado en trenes… A veces no estaba preparada para ello, otras sí pero muy arriesgado y he tenido suerte.
¿Hace el programa que soñaba hacer o ese programa está por llegar?
No soñé nunca con hacer ningún programa pero te aseguro que no hay ningún programa como este. No existe. Un programa en el que tú tengas la posibilidad de llorar, de informar, de reírte, de tratar absolutamente cualquier tema de actualidad. Es prácticamente un periódico. Empezamos por la política, la economía, si hace falta los deportes, la sociedad… Al final ¿qué es un periodista? ¿qué quiere ser un periodista? por lo menos yo… A ti te ha tocado un tiempo y en ese tiempo que te ha tocado vivir quieres contarlo, transmitirlo, vivirlo en primera persona… Entonces este programa es un regalo, porque te permite vivir en primera persona todos los ámbitos de cuanto acontece: la cultura, los deportes, la economía, la política, los personajes…
¿En qué medio se siente más cómoda?
Primero yo quería hacer radio y de hecho hice radio hasta que por casualidad di el paso de volver a la televisión. Pero la televisión que hacemos es prácticamente como la radio que hacíamos antes. Es la inmediatez, es la noticia según está sucediendo… A mí me gusta el directo y la actualidad y eso es lo que tengo.
¿Cómo es su día a día?
Pues agotador (risas). Bueno, me levanto muy temprano, a las cinco y media de la mañana o seis menos cuarto, a las siete estoy ya en la tele, ya llevo los periódicos leídos de casa mientras desayuno y tal… A mediodía suelo tener comidas de trabajo. Cenar fuera, salir de noche o ir a algún evento no voy, porque me levanto temprano y por la tarde intento hacer todo hasta las seis de la tarde porque a esa hora ya quiero estar en casa para estar con los niños.
¿Cómo son los niños?
Los niños son monísimos. La verdad es que son unos niños muy buenos.
¿Tendremos ahí a algún nuevo periodista?
(Risas) No lo sé. El mayor no salió. Son tan pequeños… Tampoco hablamos de trabajo en casa. Su padre es ingeniero o sea que lo mismo sale ingeniero uno (risas). Los niños lo que tienen que ser es felices y luego intentar observarles para buscar cuáles son sus talentos y fomentárselos.
¿Quién es su marido?
Mi marido es una persona maravillosa. Un hombre muy inteligente. Un gran empresario. Pero, fundamentalmente, una persona muy divertida, con muchísimo sentido del humor, muy inteligente y muy buena persona. Muy bueno.
¿Qué le da miedo a Ana Rosa Quintana?
Nada. Me dan pocas cosas miedo. Cuando tienes hijos tienes un miedo endémico. Hay siempre como un miedo en tu interior. Cuando tuve a los pequeños, como mi hijo mayor ya tenía dieciocho años, era ya como que lo había superado. Ese miedo de pequeños porque les pase algo, en la adolescencia por qué compañías llevan, qué les puede pasar cuando empiecen a volar solos… Yo había olvidado esa sensación y la volví a tener cuando tuve a mis hijos pequeños. No sé, te da miedo lo desconocido, que tengan un accidente, que les pase algo, que se pongan enfermos… te da miedo.
¿Qué espera de la vida?
A mí la vida me ha dado mucho, por eso a veces intento devolver algo de lo que me ha dado. He luchado, creo que soy una persona luchadora, trabajadora… Al final a donde he llegado lo he hecho por mis propios medios, pero de la vida espero ya poco más que armonía, querer a mi familia, a mis amigos, que mis amigos me quieran que es realmente lo verdaderamente importante.
De todos los personajes a los que ha tenido la oportunidad de entrevistar y conocer ¿cuál ha sido el que más le ha impactado?
Pues mira, cada uno en su momento. Alguna vez he visto a una persona anónima, a una madre que estaba buscando a su hija, o Vicente Ferrer, o políticos. En cada situación ha sido una persona. Para mí lo que es importante es lo que es actualidad. Yo quiero tener siempre delante al personaje que sea actualidad.
¿Pero tiene alguna entrevista en el tintero?
Yo creo que hay entrevistas que nunca haremos y que todos hemos pensado alguna vez hacer. Siempre hemos pensado eso, ¿qué personaje de la vida política de España tiene la gran entrevista si la diera y pudiera contestar? Supongo que el Rey. El Rey lo ha vivido todo: La Transición, el 23F y su última etapa… El Rey tiene una entrevista absolutamente maravillosa pero es una utopía.
¿Tiene una receta para ser feliz?
No, no, yo creo que el ser feliz es un trabajo personal. Nadie es feliz todo el tiempo. Ni siquiera la gente que tiene las cosas que quieres es feliz todo el tiempo. Yo creo que el ser feliz es un empeño. Ser positivo, intentar positivar las cosas, dar a la gente, porque no puedes recibir si al mismo tiempo no das, cuidar tu entorno, cuidar tu familia, cuidar tus amigos… La felicidad son momentos y que ojalá sean muchos y duren mucho.
¿Si yo le digo Sevilla?
Para mí, una ciudad muy cercana pero incluso desde antes de conocer a Juan o de casarme aquí y de bautizar a mis hijos en Triana, en Santa Ana… Yo he tenido una parte de la familia de mi padre que es de aquí y he venido siempre y luego en Sevilla es donde he encontrado al hombre de mi vida. Yo lo conocí aquí en Sevilla, en una Feria de Abril… En la vida nunca se sabe, por eso hay que ser en la vida optimista, porque en la vida nunca se sabe lo que en la vuelta de la esquina te vas a encontrar y si estás abierto y positivo tiene muchas posibilidades. Es una ciudad a la que siempre que vengo me encuentro algo distinto. Es una ciudad tan maravillosa, tan bonita y con una gente tan distinta… Aquí hay una sabiduría ancestral que sólo tienen los sevillanos… Bueno, a mí Andalucía en general me encanta.
¿Un color?
Pues depende, el blanco me gusta mucho.
¿Un libro?
Pues ahora estoy leyendo el último libro de Falcones que, por cierto, a los sevillanos se lo recomiendo, porque habla de la persecución de los gitanos y que describe muy bien lo que era Sevilla cuando era la Triana de la barcaza, del contrabando… A mí me parece un libro apasionante. Aún no lo he terminado.
¿Un lugar?
El Sur.
¿Un plato?
Unos huevos fritos con patatas.
¿Un día?
No lo sé, no lo sé… quizás los días más importantes de mi vida sean dos: el que nació mi hijo mayor y el que nacieron mis hijos pequeños.
¿Un personaje histórico?
Una mujer de la que nunca se escribió. Creo que la historia las han hecho tantas mujeres que no tienen derechos de autor que cualquiera de esas mujeres son las que han hecho avanzar el mundo.
¿Una frase?
No soy de frases, pero te puedo contar un chiste… (risas). Las frases están bien. Una de las que mis compañeras de mi revista publican, que les encantan las frases. Siempre las leo porque animan mucho y dan mucho que pensar y reflexionar… pero las frases huecas no sirven para nada.
¡Cierto!
¡Gracias!