Carlos Floriano es un reconocido político del Partido Popular. Acaba de presentar en Madrid y en Sevilla su nueva novela «Tan terrible es el odio», en la cual plasma su pasión por la escritura y la historia de España. Inspirado por las narraciones de sus queridas tías, quienes vivieron en el Madrid de la época de la Guerra Civil Española, Floriano nos sumerge en un relato de intriga y acción, donde los personajes ficticios se entrelazan con figuras reales del momento. A través de las experiencias de cuatro mujeres valientes y con convicciones firmes, el autor reflexiona sobre la importancia de mirar hacia el futuro con pasión y esperanza.
Con este motivo, Carlos Floriano charla con Escaparate para contarnos todo sobre la novela, sobre cómo se siente y sobre cómo ve España y qué espera de ella.
Se ha lanzado al mundo de la escritura con su novela “Tan terrible es el odio”. Háblenos un poco de su libro.
Mi novela es el resultado de una inspiración que me surge de las narraciones que me hacían dos tías mías, más que mías de mi mujer, pero las consideré siempre parte de mi familia en cuanto las conocí. Ellas me contaban un poco las cosas que le pasaron en aquellos primeros meses de aquel acontecimiento terrible que fue la guerra civil española. Vivieron en el Madrid de la época, cómo se llevaron a su padre y lo asesinaron mientras a ellas las secuestraban junto con su madre. De ahí surge la novela.
¿Dónde se inspira para escribirla?
Mis tías son mi inspiración para escribir un relato de intriga y acción, en el que meto mis aficiones, el debate de ideas y los toros que forman parte de mis aficiones más queridas. Está presente el modernismo que es una parte del arte que me parece maravillosa y sobre esa base, hago que mis personajes se mezclan con personajes de la vida real de aquellos momentos construyendo un thriller, en el que las protagonistas son cuatro mujeres muy fuertes, con unas ideas muy claras, unas convicciones muy marcadas y que a pesar de todo lo que sufrieron, cuando superaron aquello, a pesar de haber dejado en el camino a su padre, siempre miraron al futuro con pasión.
¿Por qué «Tan terrible es el odio»?
Tan terrible es el odio en la obra es una pregunta. En la novela hay una historia de amor y en esa historia que surge entre una de las personas que habían secuestrado y un miembro del ejército republicano, en un momento dado, uno le pregunta al otro ¿tan terrible es el odio? Esto quiero decir que se cuestionan si podemos superar esta situación para intentar construir, que fue al final lo que se hizo, lo que hizo mucha gente, muchos españoles.
¿A quién le dedica esta novela?
La novela es una obra escrita en el amanecer para mis hijas y cuando digo para mis hijas, digo para las futuras generaciones. En la España de aquel entonces, las personas o bien habían hecho la guerra civil o bien eran hijos de los que habían hecho la guerra civil, y decidieron pasar página y mirar al futuro para hacer un país mejor. Ellos no buscaron la venganza, lo que les movió siempre fue intentar construir un país mejor, y eso solo podían hacerlo desde la conciliación, desde el acuerdo y desde pensar que tenían que superar la barrera y las dificultades.
¿Cómo un político como usted decide escribir una novela?
Esa pregunta me la he hecho muchas veces. Esta novela la escribo por las mañanas, al amanecer, en unos momentos que tenía esa necesidad de que parte de mis pensamientos quedasen por escrito. Empiezo a escribir en un cuaderno a mano una historia sobre un torero que iba a buscar a su mejor amigo y en la pandemia, le doy un empujón grande a esa historia. Aquellos días de confinamiento dieron mucho para pensar y lo volqué en la literatura. Una vez la terminé, tenía mis dudas de si era publicable o no, recurrí a tres personas de mi confianza y los tres coincidieron en que era publicable. Como político tengo muchas satisfacciones, como profesor universitario las tuve y ahora como novelista también estoy teniendo muchas.
Cuénteme alguna anécdota que haya vivido a raíz de publicar la novela
Gente que me para por la calle para decirme que le gusta mi novela. Gente que me llama para que se la firme porque se la quieren regalar a alguien. La satisfacción de cuando la presenté en Madrid y ahora en Sevilla. Esa sensación de quien la lee le gusta me da hasta apuro decirlo, pero me produce una satisfacción enorme.
¿Cree qué sigue habiendo odio o heridas abiertas y por eso salen tanto a relucir en la política?
Los extremismos tratan de imponer un lenguaje e intentan implantar una forma de llegar al gobierno en la que, al adversario, al que no piensa como tú, se le considera en lugar de un adversario político un enemigo, por lo que llegar a un acuerdo con él es totalmente imposible. Por eso, hay que alegarse de esas posiciones en las que por un interés determinado tratas de alcanzar el gobierno y no por el interés de buscar el bien común y, eso se consigue si eres capaz de poner de acuerdo a los que piensan diferente. Me revelo ante esos discursos irresponsables en los que tratan, desde el odio, construir una fuerza política en base a ese odio, y es verdad que hay bastantes irresponsables por un lado y por otro, que usan el discurso del odio actualmente.
¿Qué momento vive la política española?
Pienso que la izquierda en general está anquilosada en un discurso que trata de encontrar la legitimidad democrática que tenemos, y hay una parte de la derecha que responde a eso desde la trinchera. Afortunadamente, la mayoría de la sociedad española no está ahí, a diferencia de lo que pasaba en los años treinta del pasado siglo. La gente quiere que los políticos resolvamos problemas y no estemos anclados en la pelea de la ideología.
¿Con qué se queda de la vida?
Con el nacimiento de mis hijas. Nunca sabemos lo que nos quieren nuestros padres hasta que no lo somos.
¿Si le digo Sevilla?
Sevilla me abraza, me mece siempre.
¿Qué espera ahora de la vida?
El próximo día 23 de julio tenemos una cita con las urnas, y también tenemos ese mismo día una cita con la posibilidad de hacer historia en nuestro país. Espero que superemos un momento histórico en el que hemos tenido el peor gobierno, hemos tenido un gobierno muy malo, que ha hecho mucho daño y que ha generado mucha división y enfrentamiento. Pienso que debemos superar esas ideas que pueden culminar si en esa cita con las urnas no somos capaces de abordar el cambio. España no es un país plurinacional, el gobierno actual lo ha dicho pero el gobierno que tendríamos sin que abordemos ese cambio lo va a conseguir. El engaño ya lo sabemos, pero como se consuma ese engaño a partir del 23, puede que España mute a otra cosa totalmente distinta que no es nuestro país.
Texto: Fernando Copete
Fotos: Pablo Pérez Rojas