Acaba de presentar su segundo libro, El Glamour Inteligente, y ya va por la segunda edición. La televisiva y bloggera Carmen Lomana para quienes la conocemos de puertas para adentro es un amor, tal como se muestra de cara a la galería. Transparente, auténtica, valiente y con gran sentido del humor se encuentra en un momento de mucho trabajo en televisión, dado su gran tirón con las audiencias, pese a lo que le pese a quienes no lo ven con buenos ojos por no ser periodista. No tiene miedo a nada y aunque no es lo que soñó ser es una mujer de bandera, positiva y que sabe ser y hacer feliz a quien le rodea. Amiga de sus amigos, Carmen sabe beberse la vida, disfrutando de cada etapa y aprendiendo de todas. Nada es imposible para ella y para nada pretende ser políticamente correcta. Concienciada con la realidad que vive España, asegura que estos días grises pasarán y que mientras tanto sólo con trabajo y honradez avanzaremos. Carmen es mucha tela. Lomana es mucha Lomana.
¿Cómo es tu día a día Carmen?
Mi día a día es no tener tiempo ni para respirar. Son días de mucho trabajo en general, con todas las horas bastante ocupadas. No me puedo quejar. Por la mañana hago un trabajo más de oficina, de despacho, de llevar mis cosas. Por la tarde me dedico a la televisión, exceptuando el día que tengo que estar en Espejo Público por la mañana. Fotos, mi video blog… suelo hacerlo por la mañana. Son días muy llenos de todo.
¿En qué proyectos anda enfrascada una de las bloggeras más seguidas de nuestro país?
Además de lo que te acabo de decir, acabo de sacar mi libro que me lo presentó Mario Vaquerizo el 18 de abril. Ya está la segunda edición en la calle, desde antes de presentarlo. Se está vendiendo muy bien. Es una buena noticia desde luego. Es un libro muy fácil de leer: El Glamour Inteligente.
¿Cómo se consigue un glamour inteligente?
Yo creo que cuando leas mi libro te vas a dar cuenta. Es una forma de cómo relacionarte con los demás. Es una forma de aprender la buena educación, la sonrisa, ideas de protocolo, de lo que se debe o no hacer. Es una respuesta a tantas preguntas que durante los últimos años me han hecho. Mi primer libro fue un éxito, se vendió muchísimo y se sigue vendiendo, y éste es más preguntas respuestas y está impreso de una forma muy divertida. Recoge varias reflexiones, consejos… Es un libro muy completo. Una niña me escribió el otro día y me dijo: «Este libro me ha enseñado más que mis padres en quince años de vida». Sólo por eso merece la pena haberlo escrito. De esas he tenido muchísimos mensajes con el aprender por delante. Hay gente joven que está deseosa de aprender lo que se debe y no hacer. En ese aspecto está muy bien encauzado de una forma directa y sencilla.
¿Es inteligente ser frívolo?
Yo creo que la frivolidad entra dentro de la inteligencia. El glamour es algo intangible. Una cosa por sí sola no tiene glamour. El glamour lo crea una atmósfera. Todo lo que rodea a una situación, a una persona, en un momento determinado. El glamour no es una determinada silla, mueble o piano. El glamour es una serie de circunstancias que rodean a un personaje, sea hombre o mujer, y que crean un determinado ambiente mágico. Está en el aire.
¿Por qué trabaja tanto Carmen Lomana?
Carmen Lomana trabaja tanto porque no estamos viviendo un momento en el que se pueda decir que no a cualquier proyecto que a uno le guste y porque me gusta trabajar, pese a lo que puedan pensar. Siempre he sido una mujer muy trabajadora, muy emprendedora y muy activa. Eso me da vida. En mi vida he tenido como siete vidas por todas las etapas que he vivido. Nunca he pensado que ya lo haya hecho todo. «Esto no lo puedo hacer» para mí es una frase prohibida. Todos podemos hacer todo.
¿Necesita dinero?
Necesito el mismo dinero que todo el mundo y más vale sumar que restar. En un momento en el que hay muchas cosas en las sociedades que no funcionan hay que arrimar el hombro. Yo tengo una sociedad patrimonial inmobiliaria con muchísimos activos que en este momento lo único que genera es gasto porque están vacíos. Con lo cual pues lo que no entra por un lado tiene que entrar por otro. Hay que pensar en que esto pasará. Es un momento en el que hay que darlo todo porque es el que nos toca vivir. A todos nos da vida esa lucha. Todos los españoles de una u otra manera lo estamos viviendo, no sólo con una crisis económica, sino moral. Es bastante poco alentador ver que estamos rodeados de gente que se han llevado millones y millones de euros nuestros, de nuestros impuestos, de nuestros bolsillos y que nadie devuelve nada de lo que han robado. Seguramente sin ellos la economía española iría mejor.
Hay compañeros de la prensa que ven intrusismo en tu incursión mediática en TVE como reportera, ¿qué opinión tiene al respecto?
Para empezar yo no soy reportera. Yo sólo hago lo que me mandan y no hago nada que no me pidan. Tengo la opinión de que el hecho de que uno sea periodista lo avale para que funcione en los medios. Hay periodistas que aburren a las piedras. Sin embargo hay personas que tienen un enganche que cuando salen en pantalla inmediatamente sube la audiencia. Clavados, atentos a ver qué dice o qué hace. Yo no soy intrusa. A mí me llaman y me gano mi sueldo exactamente igual que los otros. Esto es un mercado de libre competencia y de ley de oferta y demanda.
Muchos se preguntan por la Carmen Lomana rica y desconocida que provocaba tanta curiosidad, ¿qué es de ella?
Es la misma. Rica es una palabra que me espanta. Jamás he dicho que lo sea. Distinto es que se lo imaginen por mi vida o mi apariencia. Siempre me ha sacado de quicio cuando me presentaban como multimillonaria o coleccionista de alta costura. Jamás he dicho ninguna de las dos cosas. Es cierto que tengo una buena colección de ropa, como mucha gente. Quizás la tenga bien elegida y por eso destaque pero jamás he fardado de ser rica. Con mi dinero y con el de mi marido he hecho lo que he querido. Nunca he vivido a costa de los impuestos de nadie.
¿No le da miedo que con esa pérdida de divinidad se pierda el fenómeno Lomana?
A la gente o le gustas o no le gustas. La gente pensaba que yo era una estirada, una persona muy distante y muy fría y yo no soy así. Entonces ahora estoy encantada que teniendo una presencia más continua en los medios vean como soy realmente. Soy muy cariñosa, muy cercana y que también puedo ser muy borde en un momento determinado, cuando alguien me molesta. Al ser yo tan espontánea y tan transparente me muestro tal y como soy.
¿Qué tiene Carmen Lomana que engancha a tantos cientos de miles de seguidores en las redes sociales?
Eso deberían decirlo ellos. Fundamentalmente soy muy auténtica y muy natural y nunca quiero ser políticamente correcta. Digo lo que pienso y están acostumbrados a que las señoras de sociedad o incluso gente de los medios digan lo que los demás quieren oír. Yo no, porque precisamente una de las cosas que veo más interesantes de salir en los medios de comunicación es poder expresar lo que yo pienso y con lo que algunos o muchos se identifican. El momento en el que me tenga que poner una cremallera en la boca y autocensurarme, que ya me autocensuro bastante, pues carecerá de interés para mí todo esto.
¿Ha alcanzado en la vida lo que soñó?
Pues no. Para nada. Yo lo que soñé era tener una familia, unos hijos y a mi marido al que adoraba. Lo que pasa es que una cosas son los planes que uno hace de su vida y otra lo que la vida te da. A mí la vida me ha quitado lo que era más importante en mi vida, pero me ha dado otras cosas que me han hecho muy feliz y me tengo que aguantar porque es lo que hay. Vivir de la mejor forma y con pasión la vida y lo que la vida me da. La vida son etapas. Yo he ido dejando etapas detrás, empezando otras nuevas con la misma ilusión, con la misma pasión y con la misma energía. Ojalá nunca pierda mi sentido del humor y el saber reírme de mí misma. Esto es lo que me ha salvado Mario.
¿Cuál es el verdadero lujo para un estandarte del lujo como es Carmen Lomana?
El verdadero lujo para mí es el espacio, el silencio, una playa de arena fina y el sol. No necesito más. Los barcos no me gustan porque me parece que estoy encerrada, sólo cuando van a velas y un rato. Me gusta tomar el sol, sentir el silencio, bañarme, pasear, bucear, salir, tomar algo en el chiringuito con amigos, escuchar música… Eso me hace tan feliz que no necesito nada más. Soy una chica de playa total.
Sabes que somos muchos los que te queremos pero también hay otros tantos que pretenden ser tu enemigo, ¿qué le diría a los que no tragan a Lomana?
¿Qué les voy a decir? Es la vida. Yo no pretendo gustarle a todo el mundo. Sería plana, un aburrimiento. Mucha gente me tiene manía o me aborrece porque no me conocen y adoptan opiniones viscerales, otros por envidia, porque la envidia en este país está muy presente. El hecho de que puedan pensar que vivo bien o que soy feliz hace que te aborrezcan. Si pensasen que estoy malísima, enferma y arruinada me querrían más o serían más tolerantes conmigo. Nunca me gusta dar pena. Me gusta siempre dar lo mejor de mí. Si tengo heridas me curo yo solita y hago un viaje interior, en silencio, que es como me curo y me cuido, ayudándome, claro está, de mis amigos.
¿Eres una mujer fuerte?
Muy fuerte. Increíblemente fuerte. La vida me ha hecho darme cuenta de lo fuerte que soy, porque nunca me lo hubiera imaginado. Soy muy perseverante y no me miedo nada, no, nada. No me da miedo na. Como estuve tocando fondo cuando perdí a mi marido, cuando perdí la posibilidad de tener más hijos… te das cuenta que todo lo demás es un regalo de la vida que lo aprecias. Te echen lo que te echen parece que estás vacunada de todo. Disfrutas el doble. Tú sabes cómo disfruto yo cuando estoy contigo en Sevilla, cómo disfruto yo viendo la Semana Santa, la playa, bailando, con todo… Soy feliz y cada vez que tengo malos momentos, que los he tenido y tengo muy malos, siempre pienso que mañana irá todo mejor.
¿Habrá un tercer libro?
Claro, claro que lo va a haber. A lo mejor un cuarto, cuando me centre después de toda esta locura, me centro y me encantaría escribir mis memorias. Mi vida es bastante rica e interesante y ahí es donde la gente iba a descubrir la verdadera Carmen Lomana. Aunque tú me cuestionas si se ha perdido la magia, la gente no conoce de mí una tercera parte. Conoce lo que yo he querido que se conozca.
¿Te imaginas un futuro en el anonimato?
Perfectamente, porque he vivido la mayor parte de mi vida en el anonimato. Vivía fenomenal y era feliz. Hombre, a veces podría darme pena que no me recuerden con cariño… No sé, la gente que me quiere y me sigue me va a recordar siempre. Quizás lo que se pierde es la popularidad de cuando te ven por la calle. He estado un año sin salir en televisión y tú lo has visto, porque has estado conmigo, la gente por la calle me adora. Hay algo de mí que ha calado en mucha gente y por tanto estará impregnado en sus memorias y hace que me quieran por buena persona, transparente y auténtica que es lo que me considero.
A ti te admira mucha gente, ¿a quién admiras tú?
Me siento muy querida. Por eso estoy feliz. Admiro a mucha gente que a lo mejor no se les conoce en los medios de comunicación, que trabajan todos los días, que son médicos estupendos, que están salvando vidas; a los científicos, a los investigadores, a los que luchan contra la miseria, a las mujeres que no se les pone nada por delante, a los hombres con personalidad, cultos, que saben estar comprometidos con la realidad que les ha tocado vivir, que no pasan de nada. Aborrezco a la gente que dice «yo paso, yo paso». Pues yo no paso de nada. No paso de un niño que sufra, del daño que está sufriendo España, del que le están haciendo muchos políticos que nos han abandonado y se han convertido en nuestros enemigos. En vez de ayudar a los ciudadanos que es lo que tienen que hacer porque para eso pagamos impuestos y los mantenemos, se han liquidado una sociedad del bienestar a base de crear una estructura infernal que no pueden mantener y a base de llevarse lo que no es suyo.
¿Nunca te ha llamado la vocación política Carmen?
Me encantaría, pero para eso en este momento se necesita ser muy cínico, muy mentiroso y otras cosas que me callo y pasar por encima de tanta corrupción y yo soy demasiado sincera y honrada para estar en política. Si los políticos no quieren que pensemos estos o lo digamos que lo demuestren y dejar de basar una campaña política en la mentira. Prometiendo que no se va a subir los impuestos, el IVI y que nos van a dar una vida mucho mejor que la que nos daban los anteriores y estar mucho peor en políticas sociales. Están desmantelando el estado del bienestar, la atención médica. Primero atender a los españoles en sus necesidades y luego todo lo demás. Me encantaría que me dijesen para qué sirve el Senado, los traductores simultáneos, las duplicidades de las autonomías y si podemos mantener diecisiete autonomías.
Carmen, ¿sigues creyendo en el amor?
Siempre, el amor es el motor que mueve todo. Además me voy a casar contigo, ¿cómo no voy a creer en el amor? (risas).
¿Y a parte de conmigo?
Claro que creo en el amor y cada día al despertarnos pensamos que a lo mejor nos enamoramos de alguien ese día. Todo lo que hacemos en la vida es para que nos quieran, desde pequeños, cuando lloramos para que nos den mimo. Tenemos que dejarnos querer pero cada vez es más difícil enamorarse porque sabes lo que quieres. Eres más exigente. Muchas veces estás con alguien porque te sientes a gusto no porque estés enamorada.
Por último, ¿puedes decirme algo que no se sepa de ti?
¿Algo que no se sepa de mí? No porque entonces ya se sabría (risas).