Con las raíces en Carmona, David Lara presenta lo mejor de la floristería contemporánea sin abandonar los cánones clásicos de uno de los gremios fundamentales del arte en Andalucía. Asimismo, el trato personal y exclusivo se unen con la excelencia para ofrecerte un evento único en el desarrollo de otras de sus facetas características, como son las de wedding planner, organizador de eventos y decorador.
¿Cómo nació la marca ‘David Lara’?
Empecé en 2015, englobando la organización de eventos y el exorno floral.
¿Cómo te llegó esta vocación?
Trabajaba en un catering, llevando la organización, decoración y la parte comercial; me empezó a picar el gusanillo y creé mi empresa. Me puse manos a la obra y monté lo que hoy en día es una realidad.
¿Cuál es el marco de la floristería en el que está especializado David Lara?
Sobre todo el formato de eventos y bodas. Realizo encargos cotidianos, pero sobre todo eso.
¿Qué le hace diferente?
Realizo un servicio personalizado al cliente, escucho lo que quiere, le ofrezco diferentes opciones y entre todos conseguimos que se realice el evento con total garantía.
Hablando de flores, ¿cuál es la flor más demandada en estos momentos?
La rosa de pitiminí, es elegante y sencilla.
Es visible que ahora también esta de moda eso que llaman flor liofilizada. Explíquelo.
Es un tratamiento sobre flor natural para secarla, conservando su belleza original. Está muy de moda.
Hablando de Semana Santa, ¿dónde desarrolla sus trabajos en este campo?
Actualmente, en la hermandad de los Dolores de El Viso del Alcor. También los trabajos florales de la hermandad del Santo Entierro de Carmona. Anteriormente, en la Quinta Angustia de Carmona y en la Sacramental de Almonte.
Y ya que se mueve en ambos campos de trabajo, ¿cuáles son las diferencias fundamentales entre exornar una cofradía y hacer una boda?
En Semana Santa se cuida mucho la fineza del trabajo, son flores muy seleccionadas. En las bodas es algo más suelto y silvestre.
¿En qué ha avanzado la floristería en los últimos tiempos?
Se ha innovado mucho y en Semana Santa también. Si hablamos de eso, ya no se hacen apenas las típicas piñas de claveles, se hace una composición con distintos tipos de flores, por ejemplo.
Volviendo al terreno de los eventos y las bodas, ¿qué proceso sigue el cliente a la hora de trabajar con usted?
Cuando acude a mi, o bien quiere que se lo haga yo porque me conoce y viene buscando algo diferente que los demás no hayan hecho o me pide asesoramiento. Soy muy claro, pongo lo justo y necesario, nada estridente. El día del evento, le llevo a la novia el ramo a su casa, reviso la iglesia y el cliente no se tiene que molestar. Si es posible, minutos antes de la boda estoy en el templo o lugar de celebración. Con el montaje de mesas, igual.
¿Cuál es el futuro de la floristería?
Creo que volverá a lo clásico. Las modas son las que van mandando. Hay quien te puede seguir pidiendo innovación y quien quiere volver a lo anterior.
Un detalle. El clavel es considerada la flor española, pero, ¿se está dejando de usar?
Sí, se usan otras antes que el clavel. En Semana Santa si es más tradicional en algunas cofradías, aunque se pida mucha variedad para hacer composiciones originales. En las bodas, muy poco.
¿Qué le diría al cliente de Escaparate para que descubra tu trabajo?
Mis servicios puede que no los encuentres en otro sitio. Doy mucho valor al trato personal, si no no sería yo. Valoro mucho el desplazamiento que realizo, es lo que me gusta, estar in situ.