La Casa Guardiola fue el escenario de nuestra cuarta gala de premios. Una fiesta española, con un menú español, música flamenca y señoras ataviadas con mantones de Manila y mantillas españolas nos sirvió para vivir una jornada que perfectamente podría ser sacada de una película de los años cuarenta. La Duquesa de Sevilla fue la Madrina de Honor, a la que le cedió el testimonio la Duquesa de Fernandina. Carmen Martínez-Bordiú fue la Mantilla de Honor. Entre los premiados Su Alteza Imperial y Real la Princesa María Luisa de Prusia, presidenta de Concordia Anti Sida; Miguel Báez “El Litri”, Miguel Poveda, Pitita Ridruejo, Victorio & Lucchino, Antonia Dell´Atte, la diseñadora Lina, Confiterías Ochoa en su centenario y Carmen Lomana. El flamenco de Jerez fue delicioso y hasta un invitado tuvimos que se pasó con el dress code español y asistió vestido de torero. Cómo no, era el simpar y amigo de nuestra revista Pepito García de Tejada.
JOHN JOHN, un artista polifacético
Mi encuentro con Jonathan Veyrunes, protagonista de mi pluma hoy, fue enriquecedor en muchos sentidos.
Esta experiencia desechó definitivamente de mi mente la idea preconcebida de que vivir de un arte y luego de otro genera confusión. Según el pensamiento común, un actor que se convierte en cantante no sería legítimo ni en uno ni en el otro campo.