Hija de aristócratas británicos, nació en Triana y creció en la sierra de Sevilla, Gioconda Scott nos abre las puertas de su casa en Carmona. Este hogar cuenta una historia familiar y circular que parece un cuento, pero todo se basa en una estimulante realidad. Una idílica propiedad cuyo origen se remonta a los años 70, según la chef nos cuenta, momento en el que la sevillana María Luisa Larrañaga compró este terreno y levantó esta finca.
Entre los 70 y 80, se creó en este municipio sevillano un mundo cultural muy interesante alimentado por un grupo de poetas, artistas, pintores, etc. Como si del “Círculo de Bloomsbury” se tratara pero, en esta ocasión, fue María Larrañaga y no Virginia Woolf la encargada de ofrecer su casa para los encuentros y tertulias de este grupo intelectual.
Con posterioridad, Larrañaga le vendió la propiedad a Brooke Alexander, un galerista estadounidense de gran prestigio a quien le fascinaban los rasgos sureños y quien destacó por comenzar la reproducción de artistas contemporáneos. Años después, Gioconda Scott cerró el círculo, un círculo invisible que completó al comprar esta casa “aquí siento mucho a mi madre”. Nos explica que su primera dueña, Larrañaga, la efímera condesa de Foxá, vivió años en Marbella junto a su madre, Charlotte Scott, debido a la amistad que las unía y la curiosidad es que este hogar es una copia del que compartían María y Charlotte en la Costa del Sol. Fue la madre de Gioconda la decoradora que influyó en su diseño interior. La chef creativa cuenta emocionada que, cuando compró esta casa, su madre le confesó, “tú has estado aquí cuando tenías una semana de vida”, ya que venían a visitar a María.
En la actualidad, Gioconda Scott ha creado de este jardín secreto de Carmona un hogar especial donde cocina, comparte su forma de vida y recibe a amigos. En este antiguo taller de alfarería se organizan eventos gastronómicos, noches de música y poesía o encuentros con forma de taller cultural de la mano de su amigo Enrique Parrilla.
El día que hacemos la visita se celebra un encuentro organizado por “9 Millas”, Parrilla es el hombre que está detrás de este proyecto y quien nos explica que esta distancia mínima entre Europa y África es una forma conceptual de organizar encuentros cercanos en el ámbito del arte y la literatura. “Se me da bien acortar distancias, encender un fuego, crear un momento íntimo en un lugar especial con la propuesta de un autor especializado”. Encuentros que se van a repetir y a fomentar, debido al interés de Enrique y Gioconda por colaborar juntos en compartir una filosofía de vida cultural. Un encuentro de artes, gastronomía, literatura y poesía, una experiencia sensorial, una charla íntima con autores, “lo que te proporciona el encuentro es una cercanía”.
Enrique expresa apasionado su ilusión por fomentar el aroma de aquel grupo similar al “Círculo de Bloomsbury” que Larrañaga reunió en la que fue su casa, esta misma. Añade “organizo encuentros en Tánger, Jerez y Carmona, pero en Carmona no podía elegir otro lugar que no fuera este. Esta casa tiene una memoria importante, un sabor especial que no tiene ninguna otra gracias al alma de esta familia y a su forma de abrir las puertas de una manera ejemplar, además, existe una conexión especial por la amistad que también unió a nuestro artista de hoy (Juan F. Lacomba) con su primera propietaria, Larrañaga; tenía que ser aquí”.
Este taller, titulado “CICLO PAISAJISMO & PLEIN AIR EN ANDALUCÍA”, pone a disposición de los curiosos inscritos el proceso, la práctica y el conocimiento de Juan Lacomba, pintor sevillano y autor que conduce esta jornada sobre paisajismo. “Por medio de este ciclo, se aspira no solo a consignar la producción de paisajes de artistas activos en los siglos XIX y XX, sino presentar un panorama de concepciones y puntos de vista estéticos proyectados por pintores tanto nacionales como extranjeros en Andalucía. Desde aquellas primeras consideraciones de paisaje pintoresco y los viajes ilustrados de finales del siglo XVIII, a la aparición del paisajismo autóctono propiamente dicho, abarcando la nueva identidad correspondiente a una nueva sociología y mentalidad”.
“No es una frivolidad” concluye Lacomba.
Texto: Carlota Acuña Ruano
Fotos: Pablo Pérez Rojas