Don Manuel María González Ángel (1812-1887), a los 23 años de edad, se propuso hacerse un sitio en el negocio de los vinos que, por aquellos años, estaba en plena ebullición. Asesorado por su tío, José Ángel de la Peña –el que habría de ser el famoso Tío Pepe– fundó en 1835 la empresa bajo el nombre de Manuel María González, pasando al año siguiente a denominarse Manuel María González y Cía., al tomar como socios a Francisco Gutiérrez Agüera y a Juan Bautista Dubosc López de Haro. Manuel María tenía claro que el futuro dependería de la exportación y que el principal mercado era el Reino Unido. Juan B. Dubosc, a la sazón residente en Londres, fue nombrado representante general de la firma.
La vocación exportadora de González Byass está presente desde su nacimiento. En 1835 tuvo lugar la primera exportación a Londres: 10 botas. Al año siguiente fueron 62 y 406 en 1839. Gracias a estas exportaciones, a finales de 1836 comenzaron las relaciones con Robert Blake Byass, de la firma londinense Byass & Charington, comerciantes de gran reputación y compradores de sherry a otras casas jerezanas. Estos contactos con Robert B. Byass fueron estrechándose de tal manera que, aunque hasta 1851 no fue nombrado vendedor exclusivo para Inglaterra, venía ejerciendo como tal desde hacía once o doce años. Las ventas se multiplicaban año tras año y el gran embajador de la Casa –que en 1838 había pasado a denominarse González & Dubosc–, el infatigable señor Dubosc, abría nuevos mercados en Europa. Juan Bautista visitaba Francia, Alemania y hasta los confines de Rusia, dejando una estela de clientes.
La evolución
La expansión del negocio de estos años llevó a Manuel María a la construcción de la bodega “La Constancia”, siendo este nombre como una premonición del que iba a ser uno de los rasgos más significativos y continuos del carácter del fundador y de sus descendientes, a la par que una de las claves de su éxito. Su marca, Tío Pepe, de renombre universal, data de 1844 y es no sólo el vino fino de Jerez de mayor venta en el mundo, sino también el producto español presente en mayor número de países.
Nuevas bodegas como “Los Apóstoles”, “La Cuadrada” y “La Concha”, fueron contrayéndose en pleno corazón de Jerez, junto al Alcazar, conforme crecía la compañía.
En 1855 el señor Byass se incorpora como socio pasando el nombre de la firma a ser González, Dubosc & Cía. En 1861 murió el señor Dubosc, continuando su apellido en el nombre de la casa hasta 1863, que pasó a denominarse González & Byass. En 1870 se transforma a González Byass & Co. al incorporarse como socios los hijos de Manuel María González Ángel -Manuel Críspulo y Pedro Nolasco- y los de Mr. Robert Blake Byass -Robert Nicholl y Arthur.
Durante este periodo el negocio se ha ido consolidando a la par que expandiendo, se han adquirido viñas, formado nuevas soleras y desarrollado la comercialización de brandy de Jerez. Las marcas “Insuperable”, “Tres Copas”, “Iniciador”, “Jerezano” y “Extra” van abriéndose paso en el mercado paralelamente con los vinos de Jerez. Expansión de la empresa que continúa en el siglo XX con hechos como la construcción, en 1963, de la Gran Bodega Tío Pepe -con tres plantas, techada con cuatro bóvedas de hormigón y una capacidad para 30.000 botas- o, en 1972, con la construcción de la Bodega de Las Copas.
En 1985, coincidiendo con el 150 Aniversario de la fundación de la casa y por su alta contribución al desarrollo de Jerez, recibe del Ayuntamiento la más alta distinción: la Medalla de Oro de la Ciudad. En 1988, la familia González compró todas las acciones de la familia Byass.
En la década de los 80, la familia González decidió convertirse en una Familia de Vinos incorporando bodegas en algunas de las regiones vitivinícolas más representativas de España. Fue en el año 1982 cuando Bodegas Beronia, una de las más emblemáticas de la D.O.Ca. Rioja, se une a González Byass. Un año más tarde, en 1983, González Byass integró al grupo una bodega amparada en la D.O. Cava y D.O. Penedés, Vilarnau, que elabora vinos y cavas desde 1948. En el año 2005 se inaugura una nueva bodega construida en medio de sus 16 hectáreas de viñedos.
Siguiendo su apuesta por la elaboración de calidad en distintos orígenes, González Byass ha recuperado la tradición de los vinos tintos en la provincia de Cádiz con “Finca Moncloa”, en Arcos de la Frontera. En mayo de 2006, González Byass inaugura Finca Constancia, una bodega de nueva construcción en Otero (Toledo) con 200 hectáreas de viñedo propio donde se producen y envejecen vinos de calidad. La última, en julio de 2008, González Byass adquiere Viñas del Vero, la primera bodega por volumen y calidad de la Denominación de Origen Somontano que, con más de seis millones de botellas al año, absorbe el 45% de su producción.
Espíritu de la Casa
González Byass tiene como objetivo la elaboración en todo el mundo de vinos de calidad que representen la diversidad enológica de España, además de la comercialización de una gama de bebidas espirituosas premium.
Su misión es asegurarse que sus consumidores disfruten de una amplia gama de productos y de un servicio eficiente, rápido y accesible a través de una extensa red de distribución. Para ello están abiertos a colaborar con agentes que les ayuden a maximizar el valor que ofrecen a sus accionistas, empleados, clientes y consumidores.
Ayudan a los que trabajan con ellos a desarrollarse, respetando el medio ambiente y mejorando el entorno socioeconómico con el que sienten que tienen un gran vínculo histórico.
Actualidad de la Bodega
El proceso de expansión realizado por González Byass durante los años 80, ha hecho que en la actualidad, esta Familia de Vinos esté presente en algunas de las principales regiones vitivinícolas de España respetando siempre la esencia de cada una y el terruño de cada zona vitivinícola.
En la última década del siglo XX, algunos miembros de la quinta generación fueron incorporándose a González Byass, siendo en 2006, el año en el que Mauricio González – Gordon y Pedro Rebuelta, son nombrados presidente del Consejo de Administración y vicepresidente y consejero ejecutivo respectivamente.
En el XXI González Byass continúa con los valores que desde 1835 están presentes en la compañía. Uno de ellos, es el de llevar a cabo un trabajo basado en la búsqueda de la calidad en todos sus vinos dando fruto en los últimos años a La Colección Finos Palmas, los cavas de autor Albert de Vilarnau, los vinos de parcela de Finca Constancia o la colección de monovarietales de Beronia, son algunos ejemplos.
Además de la constante búsqueda de calidad, la internacionalización es otro de los pilares de González Byass siendo su vocación exportadora de González Byass la que le ha llevado a estar presente en la actualidad en 102 países en los que muestra la diversidad enológica de España.
Asimismo, González Byass no es ajeno a la necesidad del cuidar el entorno y el medio ambiente por lo que, lejos de olvidar su compromiso constante con el medio natural en el que opera, la búsqueda de la sostenibilidad y del cuidado del medio ambiente integran e inspiran todos los procesos internos de elaboración y de gestión. Ejemplo de esto es CIDIMA ( Centro de Investigación Desarrollo, Innovación y Medio Ambiente) fundado en 1955 y primer centro privado de esta naturaleza en España, Innovación y Sostenibilidad que se encarga de la gestión de calidad, el desarrollo e innovación en los procesos enológicos.
Anécdotas familiares
El fundador, Manuel María González Ángel fue un entusiasta de la innovación. Tuvo luz eléctrica antes que el propio Ayuntamiento de Jerez e invirtió en el ferrocarril de Jerez a Trocadero, el tercero de España. Esta línea innovadora continuó y en 1935 la familia compro a su inventor, Juan de la Cierva, uno de los primeros autogiros. Con el nombre de Jerez y González Byass en el fuselaje, sobrevoló Jerez durante ese año para celebrar el primer centenario de la compañía, pilotado por Ricardo González-Gordon.
Los González además tienen fama de no tirar nunca un papel. Gracias a esta costumbre, hace unos 25 años pudieron iniciar un archivo histórico en el que hay unos 180.000 documentos clasificados y unas 3.000 cartas manuscritas de nuestro fundador. Desde hace un año pasó a ser la Fundación González Byass.
A los González les gusta hacer, con los más jóvenes de la familia, una pequeña vendimia en la que tras recolectar la uva a mano, la pisan en un lagar por el sistema tradicional, con objeto de producir una bota de jerez de familia.
Son 150 accionistas de cuarta, quinta y sexta generación, aunque ya han nacido algunos miembros de la séptima.
El futuro
En González Byass están decididos a marcar el rumbo adecuado para que las siguientes generaciones disfruten de los frutos del trabajo del fundador, tatarabuelo del actual presidente, Manuel María González, y que sus descendientes han cosechado desde el año 1835. Perseveran en entregarles a las futuras generaciones González Byass como un negocio viable, moderno y sostenible para que ellos puedan moldear para acomodarse a las demandas de sus tiempos.