Divertida la mañana en la que entras en el agradable estudio de este pintor sevillano y con buena música y, a veces color, a veces no, adquieres un mejor concepto del arte. Tan genuino como sus dibujos. A Jaime Abaurre le cuesta posar, pero poco hacerte sentir como en casa. En el número 8 de la calle Don Alonso el Sabio, se encuentra desde hace año y medio Más Cara que Espalda, donde este artista expone y vende sus obras.
El origen de tu pasión por el arte, ¿es familiar o nace de ti?
Mi abuelo fue arquitecto y mi padre es fotógrafo, quizá de ellos me venga la sensibilidad. Digamos que me enseñaron a usar los ojos. Por otro lado, la parte de dibujar y pintar ha sido completamente autodidacta.
He leído que trabajas dibujo sobre papel, aunque también la cerámica, la escultura e incluso las artes textiles y el diseño mobiliario, ¿cómo te definirías?
Artista es la palabra que más me define. Depende del momento trabajo la cerámica, la escultura o el diseño. He hecho y hago encargos, pero me gusta trabajar en función de lo que nace de mí.
Tu estilo tiene un carácter lineal, si bien aparece el color. ¿Cómo definirías tu estilo?
Soy autodidacta completamente y eso es lo que me hace ser más intrépido en cuanto a técnicas. No me importa no usarlas bien, lo hago a mi manera. A nivel creación, todo parte del dibujo y, aunque se va desvirtuando, el dibujo siempre aparece. En cualquiera de mis obras, incluso en escultura, ves dibujo.
¿Existe la rutina para un artista?
Existe rutina en mi mente, después va cambiando día a día. Trabajo mucho en proyectos y cada proyecto requiere de una ejecución diferente. No es lo mismo preparar una exposición fuera de Sevilla que pintar un mural. Tenemos agenda semanal, pero hay que ir “recalculando rutas” constantemente.
Dónde nace y por qué “Más Cara que Espalda” si se puede saber.
Más Cara que Espalda es una marca. Es una expresión con la que yo me siento cómodo. Empecé a pintar cuadros sin ningún tipo de pretensión comercial, pero luego amigos y amigos de amigos me animaron a vender. Debido a que no quería utilizar mi nombre, nació este seudónimo como declaración de intenciones introduciéndome en el mercado del arte por mi cara bonita, unido a que pintaba caras, generalmente.
Es habitual que los artistas se inspiren en otros, ¿veo un poco a Picasso en tus cuadros o veo demasiado?
Picasso inevitablemente está ahí, aunque también hay otros artistas contemporáneos. Del ámbito internacional, cabe destacar la figura de Denise Hopkins.
Teniendo en cuenta que, para un artista, cualquier lugar u objeto puede servir como guía, ¿utilizas un mecanismo para almacenar esas ideas o confías en tu memoria?
Hago muchas fotos y le mando mensajes a mi mujer. Si es inspiración de literatura pues lo apunto en notas, pero si son imágenes lo comparto con ella para comentarlo.
magino que sufrirás tus épocas de crisis creativas, ¿a qué recurres para activar la inspiración? ¿escuchar música, leer un buen libro, pasear o desconectar con amigos?
Normalmente, cuando estás falto de inspiración es porque estás acelerado o colapsado. Cuando me ocurre, intento relajarme mirando las fotos o notas almacenadas y empiezo de nuevo.
Exposiciones o proyectos que quieras compartir o donde podamos encontrarte.
En Sevilla, expongo aquí en mi espacio. En Madrid, estoy preparando una exposición para el mes de octubre. En enero y febrero del próximo año, estaré en México.
Sevilla es y ha sido fuente de inspiración para múltiples artistas, ¿algún lugar de la ciudad o fuera de ella que frecuentes para crear?
Me inspira la Alfalfa, de día. Me inspira la gente, ver caras e historias diferentes. En los aeropuertos, por ejemplo, me encanta inventar tres mil historias. Están repletos de ellas.
Texto: Carlota Acuña Ruano
Fotos: Gerardo Morillo