Las cosas más bellas y perfectas de la vida conllevan una complejidad invisible en su interior. Una complejidad tan grande que pocas personas pueden llegar a entender más allá del resultado final, convertido en obviedad transformada en emociones y sensaciones. Cuando esa complejidad se percibe desde el interior hasta que explota, cuando uno ve más allá y nota como su mente vuela, uno vive entre dos mundos; el que pisa y donde vive, y un mundo paralelo; el de los sensibles.
En ese mundo paralelo, todo se percibe de una manera excepcional. Igualmente la belleza como la fealdad de la vida. Algo, que no sabría definir como privilegio o desgracia, pero en cualquier caso es un mundo sobresaliente, exento de vulgaridad, donde una importante carga de sensibilidad es responsable del estado de ánimo. Un universo raro y caprichoso el de los sensibles, que puede dártelo todo, hacerte soñar, volar, y luego borrar de un zarpazo la ilusión, las fantasías, quitártelo todo sin pedir perdón.
El amor que la gente del toro tiene hacia la naturaleza y hacia el propio animal, es grandiosa. Lo he podido comprobar numerosas veces; la cría del toro bravo es una labor de paciencia y artesanía, donde se cuida cada aspecto de su vida desde que nace hasta que muere. En Lo Álvaro, los “Juanpedros” campan a sus anchas como si no pasara el tiempo, regodeándose y sintiéndose los señores del campo, orgullosos del cuidado recibido por tantos padres desde que el Rey Fernando VII adquiere la ganadería de Vicente Vázquez, la cual es adquirida posteriormente por el Duque de Osuna y Veragua, pasando a don Manuel Martín Alonso y de ahí a Juan Pedro Domecq Núñez de Villavicencio, hasta hoy. Propiedad de Juan Pedro Domecq Morenés, Marqués de Grigny.
El mundo del toro es como el mundo de los sensibles, intenso, muy intenso. Puede durar un segundo, pero cuando el segundo es de auténtica gloria. Éste puede ser tan válido como una vida entera.
VALIENTES Y TIBIOS
“Dejemos en el camino, personas y privilegios a favor de vivir más cercanos de nuestra verdad más verdadera”