Junto a las Atarazanas Reales, cerca del Arco del Postigo del Aceite, frente a uno de estos lienzos del pasado desde el que más de ocho siglos le contemplan, se encuentra este restaurante fundamental para entender Sevilla. Mire esos muros realizados de tapial y argamasa, cantos rodados, arena, cal; compactos, de enorme resistencia. Son los mismos que no pudieron abatir los caballeros cristianos, son aquellos que tuvieron que abandonar los Almohades añorando alcázares de oro, fuentes de luz, palmeras y alminares… Se halla en un espacio fascinante ¡Arenal de Sevilla! Donde los galeones de Indias cargados de riquezas, frente a las míticas murallas, recuperadas hoy tras la última reforma para que, al adentrarse en el renovado comedor del Restaurante La Isla, forme también usted parte de su Historia.
¿Qué hace inconfundible a La Isla?
Desde hace más de 70 años, La Isla es conocida en Sevilla con nombre propio, no hace falta ni decir que es un restaurante. Todo el mundo sabe qué tipo de negocio es. Nuestro estilo es formal y tradicional. Nuestros clientes siempre ensalzan en particular el servicio, algo que hoy en día tanto se echa de menos. Aunamos tener productos de calidad, un servicio excelente y un espacio actualizado, en el que es muy fácil encontrase a gusto y sentirse especial. En La Isla puedes encontrar clientes muy representativos de todos los sectores de la ciudad, y a la vez, clientes de cualquier parte del mundo. Lo cual hace que el ambiente que se respira en nuestros salones, sea de lo más interesante. El cuidado de los detalles está muy presente en nuestro servicio; manteles de hilo, cubertería Cruz de Malta, cristalería fina, nada de vidrio, vajilla inglesa, uniformidad clásica en el personal (guerreras, mandil francés, etc) siempre de color blanco.
Acaban de acometer una importante reforma. Hablen sobre ello.
Se ha acometido una reforma integral manteniendo el espíritu de siempre de La Isla pero actualizándolo y adecuándolo a las necesidades de hoy en día. Se han cuidado mucho los detalles, tanto arquitectónicos, como de decoración e iluminación, creando un ambiente muy agradable que los clientes valoran mucho. El cambio ha sido espectacular. Se han ordenado los espacios pudiendo crearse distintos reservados para los clientes que prefieran tener mayor intimidad. Este proyecto ha sido llevado a cabo bajo la dirección técnica del estudio de arquitectura VADEL, capitaneado por Ana Sánchez Barquero, que también se ha encargado del diseño de interiores.
Háblenos de su equipo humano.
La plantilla de La Isla está compuesta por 30 personas, entre personal de sala, cocina y oficina. Es un equipo altamente cualificado para hacer llegar al cliente nuestra filosofía de la excelencia, en todos los sectores desde la gestión hasta la persona de mantenimiento, pasando por todos los departamentos. Trabajamos día a día para seguir creciendo y ser un referente gastronómico en nuestra ciudad.
¿Qué platos destacan de su carta?
No tenemos ningún plato estrella en particular y sí una carta que destaca por tener un producto Premium, ya que trabajamos con los mejores proveedores. Tenemos productos de todas las costas españolas: percebes gallegos, langostinos de Sanlúcar, gambas blancas de Huelva, ortiguillas de Chipionas, angulas de Aguinaga… Le damos mucha importancia al producto, es el protagonista, nuestra seña de identidad, no el acompañamiento. Nuestras recetas son andaluzas, predominando las de la costa de Huelva y Cádiz, pero sin olvidarnos de los productos gallegos. En la última modificación de la carta, hemos incluido unas zarzuelas marineras que están gustando muchísimo. Queremos destacar también, nuestra carta de vino, con más de 170 referencias. Tenemos una cava de blancos y espumosos y otra de tintos, perfectamente integradas en nuestro salón de la planta baja.
Relación de Sevilla con La Isla.
La Isla abre por primera vez sus puertas en 1946. Han ido pasando distintos propietarios a lo largo de estos años y nosotros la reabrimos a finales de agosto de 2.021. En Sevilla, todo el mundo conoce La Isla aunque no haya estado en ella. Nuestra vitrina de pescados y mariscos (que perdura con el transcurso de los años) es un gran escaparate que está en la retina de todos los sevillanos que han pasado desde su infancia por la Calle Arfe. Nuestros salones, podrían contar parte de la historia de Sevilla, ya que han visto pasar reyes, políticos, toreros, empresarios, personalidades del mundo de la cultura y muchas familias sevillanas, que han disfrutado de la idiosincrasia de La Isla.