Fundadores de AC WINES & SPIRITS SL, Sucesores de G. de Angulo: “Cada botella que producimos cuenta una historia que se remonta a generaciones atrás”

En el corazón de este pueblo gaditano se encuentra una joya enológica que ha resurgido con fuerza y pasión gracias al empeño y dedicación de María Cuquerella y Gerónimo de Angulo. Se trata de los fundadores de AC WINES & SPIRITS SL, un matrimonio que ha logrado cumplir el sueño de revitalizar una bodega histórica y recuperar marcas vinícolas que llevaban décadas en el olvido. A pesar de sus diferentes trayectorias profesionales, María y Gerónimo han sabido combinar su amor por el vino y su profundo respeto por las tradiciones para crear una bodega que es mucho más que un negocio: es un tributo a la herencia vinícola de su familia y una muestra de la cultura de Sanlúcar de Barrameda.
Desde la restauración hasta la producción de vinos naturales y artesanales, con una mezcla de entusiasmo y nostalgia, nos reciben en la misma calle, donde su casa y su bodega. Nos muestran no solo los vinos que producen, sino también los recuerdos y elementos históricos que han preservado con cariño. En esta entrevista, nos cuentan cómo surgió la idea de este proyecto, los desafíos enfrentados y la pasión que los impulsa a seguir.

¿Cómo surgió la idea de fundar AC WINES & SPIRITS SL?
La idea surgió de nuestro deseo de realizar un proyecto en común. Ambos provenimos de diferentes sectores profesionales, pero siempre hemos tenido una gran pasión por el vino y la enología. Además, queríamos recuperar una parte importante de nuestra herencia familiar. La bodega que hemos revitalizado tiene una historia rica que se remonta al siglo XIX, y nos parecía esencial mantener viva la tradición. Empezamos poco a poco, primero adquiriendo el casco de la bodega y luego buscando botas antiguas. Fue un proceso lento, pero lleno de satisfacción.

¿Qué les llevó a elegir Sanlúcar de Barrameda como el lugar para su bodega?
Sanlúcar de Barrameda no es solo un lugar con una tradición vinícola impresionante, sino también una parte integral de nuestras vidas. Aunque vivimos en Sevilla, siempre hemos sido asiduos a Sanlúcar. Este lugar tiene una magia especial y una conexión profunda con nuestra familia. Gerónimo es sanluqueño por los cuatro costados, y muchos de sus antepasados tuvieron bodegas aquí. La ubicación de nuestra bodega, en pleno corazón del histórico barrio bodeguero, es perfecta para la crianza de nuestros vinos.

¿Qué importancia tiene la historia y la tradición en su proyecto?
Para nosotros, la historia y la tradición son fundamentales. No solo estamos produciendo vino; estamos reviviendo una parte de nuestro patrimonio. Hemos trabajado arduamente para restaurar la bodega y mantenerla como era en el siglo XIX, desde la arquitectura hasta las técnicas de producción. Utilizamos métodos tradicionales, embotellamos los vinos en rama y lacramos cada botella a mano. Además, cada vino que producimos lleva una etiqueta que refleja su origen histórico. Este enfoque nos permite ofrecer vinos auténticos que respetan y celebran las antiguas tradiciones de Sanlúcar.

¿Cómo describen los vinos que producen en AC WINES & SPIRITS?
Nuestros vinos son el resultado de un proceso artesanal y cuidadoso. Por ejemplo, la Manzanilla Minuto es una manzanilla clásica, criada bajo velo de flor de forma continua. La embotellamos en rama sin tratamientos industriales, lo que permite disfrutarla en toda su esencia. El Oloroso Corsario, por otro lado, es un oloroso serio y profundo, con notas a frutos secos y una gran persistencia en el paladar. Todos nuestros vinos tienen al menos siete años de envejecimiento y son muy estructurados. Nos enorgullece decir que son vinos naturales, sin filtraciones biológicas, que van directamente de la bota a la botella. Respecto a la presentación, nuestras botellas conservan el mismo etiquetado que las vio nacer como marcas; en el caso de Manzanilla Minuto, la misma etiqueta de 1892 y, en el caso de Oloroso Corsario, la misma etiqueta del año 1910.

¿Qué retos han enfrentado al recuperar y mantener una bodega histórica?
El mayor reto ha sido equilibrar la preservación de la tradición con la modernización necesaria para operar en el mercado actual. La restauración de la bodega ha sido un trabajo arduo, ya que queríamos mantener su autenticidad del siglo XIX. Además, encontrar botas antiguas y soleras adecuadas también ha sido un desafío. Sin embargo, el amor por lo que hacemos y la pasión por el vino nos han motivado a superar cada obstáculo. Otro reto es mantener la calidad sin dejarnos influenciar por la presión comercial. Priorizamos la calidad sobre la cantidad y eso, a veces, va en contra de las tendencias de mercado.

¿Cuál es su filosofía respecto a la comercialización de sus vinos?
Nuestra filosofía es simple: calidad sobre cantidad. No nos interesa producir en masa ni competir en precio. Preferimos vender menos, pero asegurarnos de que cada botella que venga de nuestra bodega sea de la más alta calidad. Por eso, nuestros vinos se encuentran en sitios muy selectos, como restaurantes con estrellas Michelin y bares de tapas que aprecian la manzanilla tradicional. También vendemos a través de nuestra web.

¿Cómo es el proceso de elaboración de sus vinos?
El proceso de elaboración de nuestros vinos es muy artesanal. Trabajamos de manera tradicional, sin aplicar tratamientos industriales. Cada vino es trasegado «a jarra y canoa», embotellado en rama directamente de la bota. Mantenemos el velo de flor de forma continua, gracias a la ubicación privilegiada de nuestra bodega, que asegura una humedad constante y una temperatura estable. Este ambiente es ideal para la crianza biológica perpetua, lo que confiere a nuestros vinos una calidad única y consistente.

¿Qué planes tienen para el futuro de AC WINES & SPIRITS?
Próximamente, vamos a lanzar dos nuevos vinos: un amontillado y una manzanilla pasada, ambos recuperando marcas antiguas. Además, queremos seguir ampliando nuestra presencia en mercados selectos y continuar realizando catas y visitas a nuestra bodega. Nos encanta compartir nuestra pasión y conocimiento con otros, y creemos que esto es una parte importante de nuestra misión. También queremos que nuestros hijos se involucren y se empapen de esta tradición, asegurando que la pasión por el vino siga viva en nuestra familia por muchas generaciones más.
¿Cómo describen la experiencia de visitar su bodega?
Visitar nuestra bodega es como viajar en el tiempo. Hemos trabajado mucho para mantener su esencia del siglo XIX. Los visitantes pueden ver las botas centenarias, las calles de losa de tarifa y los suelos de albero. Todo está pensado para evocar esa época, desde las etiquetas de las botellas hasta los recuerdos familiares que decoran el lugar. Además, ofrecemos catas en un patio encantador, lo que permite disfrutar del vino en un ambiente auténtico y acogedor. Queremos que cada visita sea una experiencia única e inolvidable.

¿Qué mensaje quieren transmitir a los amantes del vino?
Queremos transmitir que el vino es mucho más que una bebida; es cultura, historia y pasión. Cada botella que producimos cuenta una historia que se remonta a generaciones atrás. Invitamos a todos los amantes del vino a explorar y disfrutar de esa historia a través de nuestros productos. Al elegir nuestros vinos, no solo están disfrutando de una excelente bebida, también están apoyando la preservación de una tradición que nos enorgullece profundamente.

María Cuquerella y Gerónimo de Angulo han logrado mucho más que fundar una bodega; han creado un puente entre el pasado y el presente, ofreciendo a los amantes del vino una oportunidad única para saborear la auténtica esencia de Sanlúcar de Barrameda. Su dedicación a la calidad, la tradición y la historia es evidente en cada botella que producen. AC WINES & SPIRITS SL no es solo una bodega, se trata de un testimonio viviente de la rica herencia vinícola de la región.

Texto: Carlota Acuña
Fotos: Gerardo Morillo

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