Pureza, temple y entrega, son las palabras que describen al novillero jiennense natural de Torreperogil. No le viene de cuna, ni viene de familia de toreros, pero como dicen los que saben de este mundo hace cosas de torero grande. Sabe lo que es la constancia, el sacrificio y el trabajo duro. Gran parte de su tiempo lo pasa entre zapatillas de correr, muletas y capotes en Sanlúcar de Barrameda donde entrena junto a otros grandes de este mundo.
Dice estar preparado física y mentalmente, y así lo ha demostrado quedando semifinalista, y para muchos entendidos un merecido finalista, del Circuito de novilladas de Andalucía y el pasado 27 de junio en su presentación en Las Ventas demostrando sus buenas formas. La plaza que hoy en día y desde el día que decidió ser torero, le quita el sueño.
En 2018 debutó con picadores en la plaza de Santisteban del Puerto y en 2021 fue considerado el vencedor de la feria de novilladas con picadores de Navas de San Juan, siendo galardonado con el premio del maestro Enrique Ponce. Han sido años duros, con llamadas que no llegaban. Asegura que no quiere tomar una alternativa por tomarla, quiere que su nombre se grabe a fuego para estar en las grandes ferias.

¿Cómo surge tu afición por el mundo del toro?
Siempre he sido muy aficionado al mundo del caballo; me gustaba mucho el rejoneo…. entonces mi abuelo paterno me llevaba a muchas corridas de rejones y mi abuelo materno a muchas corridas de toreo a pie. Entre unas cosas y otras me fui aficionando gracias a mis abuelos.

El pasado 27 de junio hiciste tu presentación en Las Ventas ¿Fue como siempre soñaste?
Muchos compañeros me decían que disfrutase el día en el que fuese a Madrid porque al final se pasaría muy rápido… y efectivamente así fue. Desde que me avisaron que toreaba en Madrid hasta que llegó el día y pasó la novillada… fue como un visto y no visto. Me salieron muchas cosas de las que había entrenado, fue una tarde muy positiva y aunque no cortara orejas el balance fue muy bueno porque sobre todo el aficionado y el profesional vio la buena tarde que eché. Sin duda fue un sueño.

Desafortunadamente tuviste un percance cuando recibías al segundo novillo a porta gayola que podía haber acabado mal…. ¿Crees que has salido más fortalecido?
Le doy gracias a Dios de que no pasara nada grave porque me cogió muy feo, aunque no me supuso ni para bien ni para mal. Fue un pequeño incidente, pero, al contrario, siempre fortalecido. De hecho, tengo una cornada de cuando era novillero sin picadores en Linares y fue una tarde para mí de las más bonitas, no porque me pegara la cornada sino porque ese novillo lo cuajé muy bien. Entonces la verdad que para mí no puedo decir que las cornadas me hayan quitado sino al contrario, me han dado.

¿Qué es lo que le motiva a un novillero a seguir en este mundo tan difícil y con tan pocas oportunidades?
Lo que me motiva día a día es la búsqueda de la profundidad en mi toreo y de torear cada vez más despacio siempre con la base de la pureza, ante todo. Yo siempre lo he dicho, a mí no es que me guste el entorno del mundo del toro y lo que se ve por fuera. A mí lo que me gusta es torear y ver a mis compañeros y toreros torear. Me apasiona el toreo y aprender e indagar cada día más sobre ello. Al final eso es lo que me motiva porque hay muy poquitas oportunidades. Yo pienso que cuando uno se prepara y lucha tanto da igual el tiempo que esté, que al final sale.

¿Cuánto sacrifico hay detrás de alguien que quiere hacerse un hueco?
Cuando un chaval llega a debutar con picadores, tomar la alternativa o conseguir cosas bonitas todo el mundo ve de ese día lo bonito, pero hasta llegar ahí… hay un camino muy difícil de sacrificio y lucha diaria constante. Por suerte o por desgracia esto no es como cualquier carrera profesional que si tú te propones algo si estudias y te esfuerzas lo tienes en un contado tiempo, aquí es muy diferente y no hay nada escrito.
Al final nosotros no tenemos una meta como prioridad, porque nunca sabes cuando va a llegar y a veces da la sensación de que nunca llega. Pero está claro que con esfuerzo, sacrificio y teniendo una mente preparada se consigue todo.

¿Cómo se prepara la cabeza y el físico para enfrentarse a una temporada?
Sinceramente pienso que lo más importante es la cabeza, para todo en la vida… pero en esta profesión es fundamental.
Al final el físico es muy importante, pero si no tienes la cabeza bien es imposible que puedas cuajar un animal. Es teniéndola bien y cuesta… La cabeza lo es todo en esta profesión. ¿Este puede ser un buen año para ti? ¿Dónde te podremos ver esta temporada?
Está siendo un año para mí de los más importantes por los pasos que estoy dando. En el circuito de novilladas de Andalucía se vio como estuve, la dimensión que di, y esa final tan discutida. Gracias a ello pude estar en Madrid, que era lo que llevaba soñando toda la vida. Para septiembre tengo alguna feria bonita e importante y esperando poder cerrar más.

Desde Jaén hasta Sanlúcar de Barrameda… ¿qué tiene de especial cada sitio?
Tienen algo muy especial. Para mí Jaén es mi tierra, donde me he criado desde pequeño de echo soy un enamorado de mi tierra y de los que presume de ella. Ahora vivo en Sanlúcar de
Barrameda, otro sitio muy especial y distinto. La preparación y evolución en mi toreo y persona me trajeron hasta aquí, esto me ha servido para crecer personal y profesionalmente. También he tenido la suerte de conocer a muy buenas personas y gente muy especial en este enclave único.

¿En qué te aferras cuando vas a salir al ruedo?
Soy una persona muy creyente. Pienso mucho en mi abuelo y en una mujer que era como una abuela para mí. Pienso mucho en eso. Yo creo que en el toreo y en la vida, lo más importante es la fe, la entrega, y el sacrificio. Gracias a esa creencia llevo mi día a día y lucho por mis sueños, dando gracias siempre a
Dios.

¿Cómo sería tu alternativa soñada?
Una alternativa soñada sería con el maestro Enrique Ponce, porque he tenido la suerte de compartir entrenamientos con él y me ha aportado mucho… y luego como no, con el maestro
Miguel Ángel Perera ya que desde que vi una corrida suya en televisión dije que quería ser torero. Me he fijado mucho siempre en él.

Texto: Javier Fuentes
Fotos: Gerardo Morillo

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