Laura Pons García de Castrillón
Diseñadora de bolsos
Quien tiene la suerte de conocerla sabe que es alguien con genio, de esas personas especiales tocadas por la mano de Dios. Diferente, divertida, desordenadamente ordenada, inconformista, atípica, muy atípica, especial en el mejor de sus sentidos. Fuera de serie. A pesar de su juventud tiene muy claro lo que quiere y su carácter remarcado no deja indiferente a nadie. Es como es y encima tiene éxito, doble suerte. Vive en la capital de España pero Sevilla siempre será su rinconcito. Ahora se ha lanzado a crear la firma de bolsos Claudine By Laura Pons y pocas son las celebrities de la jet set española que aun se han resistido a encargarle una cartera. Está de moda aunque no le guste estarlo. Me recibe en el piso que comparte con Fran Gordillo, su pareja al que adora y admira. Con él consume los días y las noches entre amigos y piezas de piano con las que él desarrolla sus estrategias empresariales y financieras, instrumento omnipresente en su bonito piso del barrio de Salamanca. Fue un placer compartir este té cargadito de sabor cuando la tarde se desperezaba por entre los ventanales que dan al Retiro.
¿Quién es Laura Pons?
Buena pregunta porque no sé contestarla ni yo (risas). Pues ahora mismo Laura Pons es una niña que ha querido emprender un negocio de bolsos, que era uno de sus sueños: tener algo que ver con el mundo de la creatividad. En este caso por el mundo de los bolsos. Un bolso atemporal, sin tener nada que ver con las modas. Estoy en un momento de emprender, muy zen, de encontrarme un poco conmigo, de saber lo que quiero y lo que no quiero. A veces es más importante saber lo que uno no quiere que lo que quiere y por donde no va a pasar. Estoy tranquila, con mucho movimiento interno relacionado con el mundo de emprendedora. Contenta e ilusionada.
Palma, Barcelona, Sevilla, Madrid… ¿de dónde eres?
Soy un poquito de todas esas ciudades. Soy nacida en Palma donde viví hasta los dieciocho años que me fui a Barcelona, que ha sido de las mejores etapas de mi vida, donde me formé, donde salí al mundo, donde maduré. Luego me fui a Australia que fueron unos meses divertidísimos. Sevilla llegó luego y de ahí encontré mi rinconcito. Mi segundo hogar, donde me han tratado fabulosamente bien. Mi madurez se forjó en Sevilla definitivamente. Aprendí mucho, viví experiencias personales y profesionales muy interesantes y ahora Madrid donde soy feliz.
¿Qué es la moda?
Para mí la moda es un lenguaje, una forma de expresión. Como nos vestimos dice mucho sobre quiénes somos y sobre cómo queremos que los demás nos vean.
¿Qué es el diseño?
El diseño es creatividad, imaginación… Cada persona puede a través de él plasmar sus sentimientos, su forma de ver la vida, es algo totalmente subjetivo pues cada uno lo ve de una forma diferente. De ahí viene la sensibilidad para saber interpretarlo. Es un instrumento, una visión de ese sentir particular.
¿Qué aportas nuevo a ambos campos?
Tampoco te voy a decir que aporte ni un diseño extraordinario, ni un concepto de moda actual, pues yo me salgo con este concepto de bolso un poco de eso. Hago un bolso atemporal, que tiene parte de diseño, contempla de forma importante el sentido de la estética, es un bolso con sensibilidad, que lleva ilusión como todo el proyecto pero es “no moda”. Me quiero salir de la moda.
Ya dijo Coco Chanel que la moda pasa de moda, el estilo jamás…
Exacto.
¿Qué te hizo lanzarte a emprender esta aventura empresarial?
Estaba en un momento personal en el que pensé “ahora o nunca”. Tengo treinta años y pensé que si me equivocaba, dejando a un lado la rutina de un mundo laboral al uso, tenía margen y estaba a tiempo de equivocarme. No tengo obligaciones, tenía unos ahorros y mucha ilusión, suficiente.
¿Cuál es tu mujer diez?
La mujer diez podría decir que es una mujer actual, que hace y deshace, que cuida y se deja cuidar, que quiere y se deja querer, que lleva una casa, una familia, un trabajo pero que tiene tiempo para desarrollar algo que le gusta, que puede ser su trabajo y sus hobbies. A nivel más estética, una mujer diez es aquella que predica con algo muy manido pero que lo comparto que es el “menos es más”. La típica mujer que no lleva nada, en plan unas Converse, unos vaqueros y una camisa blanca y no sabes por qué te giras para verla.
Tres consejos básicos para vestir bien…
Uno: no seguir la moda. Todo el mundo hablaba del short en verano estaba de moda pero todo el mundo no puede llevarlo. Cuando tienes eso en la cabeza ya puedes empezar a vestir bien para mi gusto. Seguir la moda no es vestir bien. Para mí seguir la moda es ver lo que te favorece dentro de lo que ves en el momento que sería el segundo consejo. Menos es más, pues hay gente que piensa que por ponérselo todo va mejor. El tercero sería ser uno mismo. Esto es muy importante. La gente tiende a estudiarse y a plasmar en ellas la personalidad de otras personas. Quien lleva la ropa es uno mismo no Kate Moss.
¿Qué detestas?
Mira, con la falta de honestidad no puedo. Me pone bastante tensa. Prefiero a la gente que va de frente. La mala educación no la soporto. En moda detesto el estereotipo de moda y que la gente vaya como borregos. Ahora se lleva el short y todo el mundo se atreve a ponérselo aunque tengas celulitis y un tobillo como mi cabeza… (risas). ¡Esto no lo pongas!
¡Por supuesto que sí!
Lo sé, te conozco y siempre me acabas tirando de la lengua.
¿Qué amas?
La vida: vivir, amar, luchar por las cosas que quieres. Quiero, deseo, estar viva. Quiero mucho a la gente que me quiere. Tengo muchos angelitos de la guarda.
¿Quién te encanta en la moda?
Inés de la Fressange, una mujer icono de los años ochenta, noventa. Lleva Roger Vivier. Es la imagen de la firma. Si la ves es el ejemplo más perfecto del menos es más, estilosa hasta con un pareo. Es espectacular.
¿Cuál es la cartera perfecta?
Fundamental que le quepan cosas. Después está la mini pochette de nada que necesitas un marido o novio encantador que te lleve el rimel, tu lipstick… Luego un poco también el concepto de cartera atemporal, que la puedas llevar con vaqueros y bailarinas de día o arreglada de noche.
¿Qué materiales usas y qué criterios empleas para combinarlos?
Tejidos nobles: desde terciopelos, a algodones, arpilleras… Luego todo con estampados combinados. Materiales nobles y de primera línea combinados con sedas naturales, lisas o estampadas. ¿Criterio? no tiene nada que ver con lo que es la moda. Uso tejidos que me gustan, lógicamente con cierto criterio comercial, no nos vamos a engañar, pero sí que hago lo que me apetece en el momento. Patas de gallos, estampados de flores, rombos, elementos geométricos, zigzag…
¿En qué estilo te enmarcarías?
No sabría que estilo tienen mis carteras, porque más que un estilo en sí se trata de si captas el concepto o no. Parte más de una sensibilidad que de un estilo definido. Hay gente que los puede ver y nos les digan nada y gente que puede verlos y pensar que son una maravilla. Es más con los ojos que los percibas. Lógicamente es un estilo con carisma clásico, porque no vas a ver en ellos tachuelas, ni colores fluorescentes… Es clásico renovado.
¿Qué razones le darías a alguien para que se haga con una cartera de Claudine by Laura Pons?
Porque es un concepto de cartera a la que le va a dar mucha salida, mucho juego, algo especial, poco visto y que lo va a poder defender bastante bien y que al ser personalizado tiene el valor añadido de llevar algo de ella en el bolso.
¿Qué esperas de la vida?
Ser feliz. Pretendo ser feliz, que lo soy, y vivir tranquila. La serenidad para mi es la felicidad. Necesito estar en paz, estar serena.
¿Tienes una receta para ser feliz?
Primero ser uno mismo y también me ha ayudado con el paso del tiempo saber lo que no quiero, por lo que ya no paso. Dejar que las cosas fluyan. Mi madre siempre me lo ha dicho: cuando las cosas hay que forzarlas no funcionan. Fluidez, que las cosas vayan por su camino. Esa es mi pequeña receta.