PRESENTACIÓN DE SU NUEVO LIBRO ‘El hijo del Reich’
El pasado mes de septiembre, la Fundación Cámara de Sevilla fue el escenario elegido para presentar ‘El hijo del Reich’, la más reciente novela del autor Rafael Tarradas Bultó. En esta ocasión, el reconocido periodista Cristóbal Cervantes tuvo el honor de acompañar al escritor, destacando la obra como «una novela que estremece y emociona». Con una sólida carrera en el ámbito de la comunicación, Tarradas ha logrado consolidarse como una de las voces más relevantes de la narrativa histórica, donde el rigor documental se mezcla con tramas humanas cargadas de pasión, traiciones y grandes dilemas morales.
La novela, ambientada en los turbulentos años de la Segunda Guerra Mundial, aborda temas como el espionaje, el amor y la paternidad en tiempos de conflicto, con una particular atención al papel de España en esos años. Tarradas explicó que su proceso de creación está profundamente influido por historias familiares y por su deseo de encontrar un equilibrio casi matemático entre los momentos trágicos y las alegrías, reflejando la capacidad humana de resistir y encontrar luz incluso en las circunstancias más oscuras.
Rafael, tiene una sólida carrera en el ámbito de la comunicación, pero la historia es claramente su pasión, ¿qué le impulsó a comenzar a escribir novelas históricas, en particular sobre los siglos XIX y XX?
Empecé casi por casualidad, como un divertimento, a partir de las historias familiares que contaban mis abuelos. Historias similares a las que muchos hemos escuchado en casa y que son realmente impresionantes y toda una lección de vida. La historia reciente del mundo, especialmente los siglos XX y XIX tienen historias que superan cualquier ficción. De esas historias nació mi primer libro ‘El Heredero’ que rápidamente, y de forma muy inesperada, se convirtió en un bestseller.
Su última y quinta obra, ‘El hijo del Reich’, trata sobre la Segunda Guerra Mundial y mezcla espionaje, amor y traiciones, ¿de dónde surgió la inspiración para esta historia tan compleja y llena de matices históricos?
Surge de las historias de resistencia en el Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial (con especial foco en las casas de campo) y de la idea de la paternidad, de cómo los buenos padres luchan sin descanso y contra cualquier fuerza por sus hijos. La labor de las madres durante la Segunda Guerra Mundial es increíble. Este libro la lleva al extremo. También pone el foco en todo lo que pasaba en España en esos años, como los espías estaban en todos lados y lo involucrados que estábamos en una guerra que no era la nuestra. Es una historia de amor y aventura.
La relación entre los personajes de este libro parece estar marcada tanto por el contexto de la guerra como por sus propias historias personales, ¿cómo construye estos personajes tan multidimensionales? ¿Hay algún aspecto personal o familiar que le haya influido en esta creación?
Intento que mis personajes sean atractivos y con carisma, que se muevan con inteligencia y evitando que el lector piense constantemente que se están equivocando. Rara vez dibujo tontos o personas planas. Creo que todos estamos marcados por nuestro carácter y por lo que nos rodea y los personajes de esta novela, que son muy realistas, también. Además, cualquier autor imprime su sello a cada uno, igual que han hecho con él las personas con las que se relaciona. Mi familia me influye en todo, y me alegra que así sea porque tengo mucha suerte con la que me ha tocado.
Ha mencionado en alguna ocasión que la clave de sus novelas es “conseguir el equilibrio, casi matemático, entre desgracias y momentos felices”, ¿cómo maneja esta dualidad cuando escribe sobre épocas históricas tan dramáticas y trágicas?
Porque incluso en los momentos más dramáticos surge el amor, incluso el humor, y escribo para que los lectores disfruten y comprueben esa realidad. Incluso durante la Segunda Guerra Mundial las casas de campo inglesas eran espectaculares o el Madrid de la posguerra tenía fiestas fastuosas. No me gustan los libros en los que todo es oscuridad y desgracia. Los míos no lo son.
Su interés por la historia no es solo algo profesional, sino también personal. ¿Hay algún acontecimiento histórico o personaje específico que le haya fascinado y que aún no haya explorado en sus libros, pero que tenga en mente para el futuro?
Me interesa mucho la historia española. Creo que conocemos menos de lo que deberíamos las grandes cosas que ha hecho nuestro país, lo importantes que hemos sido (y que aún somos en muchos aspectos). De fuera, además de la Segunda Guerra Mundial, me interesa especialmente la historia de la última etapa de la Rusia zarista, el reinado de Nicolás II y todo lo que supuso. El canto del cisne de una monarquía que se precipitaba al abismo sin darse cuenta.
Viene de una familia con una fuerte presencia en el mundo del deporte, con figuras reconocidas como su tío Álvaro Bultó y su primo Sete Gibernau, ¿cómo influyó ese entorno en su desarrollo personal y profesional?
Mi familia siempre ha sido muy deportista, pero también muy lectora y creo que bastante cultivada en general. Yo no soy una excepción, lo que pasa que ellos (y algunos otros primos y tíos) se dedicaron al deporte de manera profesional y a la “cultura” de forma amateur y yo lo he hecho al revés. En nuestra casa familiar, la Masía de San Antonio, cerca de Barcelona, tenemos una buena biblioteca, pero también algunos circuitos para ir en moto, así que la afición a ambas cosas surge casi espontáneamente. Es una gran suerte.
En ‘El hijo del Reich’, vemos cómo varios personajes navegan entre identidades falsas y redes de espionaje, ¿cómo fue su proceso de investigación para construir de manera creíble estas redes de intrigas y lealtades en tiempos de guerra?
En España en esa época había miles de espías de ambos bandos y las historias de sus hazañas son numerosas. El problema es que, a menudo, los espías mueren sin desvelarlas ni reconocer su labor. En mi familia hubo uno y jamás la reconoció más que a unos pocos. Por suerte, con el paso de los años, la información se ha ido desclasificando y se ha dado a conocer más. Las historias que explico en el libro están basadas en ellas.
Vive en Madrid y forma parte de una activa vida social, rodeado de amigos y figuras destacadas de diversos sectores, ¿cómo influye este entorno en su creatividad y en la forma en que aborda sus historias y personajes?
Creo que nuestro entorno nos influye en todo, nos inspira, nos da ánimo y nos ayuda. Es importante relacionarse y dejar que las cosas buenas de los demás se nos peguen. Yo lo hago todo lo que puedo.
Su carrera ha sido muy exitosa hasta ahora, con obras como ‘El heredero’ y ‘El valle de los arcángeles’ que han recibido muy buenas críticas, ¿cuál diría que es el mayor aprendizaje desde que comenzó a escribir hasta este momento?
Que hay que atreverse. Todos tenemos algo en lo que somos buenos, pero a menudo no sale a relucir por nuestros miedos y nuestra vergüenza. Hay que quitarse un poco ese peso de encima. Yo era mal estudiante, pero era creativo… y mira, no me ha ido mal… pero si nunca hubiese decidido que podía hacerlo, que podía escribir y que mi primer libro era digno de ser leído, me hubiera perdido toda esta aventura fantástica.
¿Qué espera que los lectores se lleven de ‘El hijo del Reich’? ¿Qué reflexiones o emociones le gustaría que perduraran en ellos después de leer su novela?
Me gustaría que lo pasaran bien. Ese es el primer objetivo y el más importante. Además, si al descubrir cosas de la historia que desconocían avivo su curiosidad, mejor aún. Siendo un poco más profundo, el mensaje del libro es que no se puede huir permanentemente de los problemas y que, si tienes la posibilidad de ayudar, debes hacerlo aunque a veces tengas algo que perder tú mismo. Que hay que mojarse… pero no quiero aleccionar a nadie.
Texto: Carlota Acuña
Fotos: cedidas por editorial