Han pasado 27 años desde que las monjas clarisas cerraran definitivamente el portón barroco de este monasterio fundamental para la historia de la ciudad. Hoy, en 2023, el Arzobispado de Sevilla ha devuelto la luz a este templo cargado de
siglos y fundamental para entender el patrimonio hispalense: el cofrade que conserva el mayor compendio del mundo de Juan Martínez Montañés, “El Dios de la Madera”.
El pasado viernes, 10 de febrero tuvo lugar el acto de inauguración y bendición de la iglesia del convento de Santa Clara, de Sevilla, con una Eucaristía que presidió el arzobispo, monseñor José Ángel Saiz. Previamente, la Archidiócesis presentó el resultado de tres años de trabajos de la mano secretario general de la Archidiócesis, Isacio Siguero; el delegado de Patrimonio Cultural, Antonio Rodríguez Babío; y el arquitecto Antonio Martín.
Al entrar desde el compás, el visitante contempla desde la misma calle Santa Clara la tabla de San Roque, una obra de Hernando de Esturmio. Al acceder a través de un compás remozado y dejando en el lado derecho la pequeña placita que tiene que rehabilitarse, se observa la maravillosa rehabilitación en la que vuelven a verse los estofados en el retablo mayor y en los altares laterales, el camarín de Santa Clara, los relieves de Juan Martínez Montañés y su taller, los ángeles lampareros que custodian a la titular del templo y a la Virgen del Rosario o las yeserías ricamente decoradas que envuelven el conjunto.
Esta visita se completa con los maravillosos altares laterales de Montañés con las tallas de la Inmaculada Concepción, San Francisco de Asís, San Juan Evangelista y San Juan Bautista. Una estampa visual que se completa con un artesonado del siglo XVII con elementos ornamentales que se pierden entre el coro alto y hasta el final de la nave.
La cerámica es otro elemento importante a destacar. Zócalos del siglo XVI de los barrios de Triana que dan color a toda una estancia que continúa por el coro bajo, “en el que aparece la sillería renacentista que ha sido restaurada y donde hay incrustaciones de taracea con tres tipos de madera distintas o algunos elementos del primitivo suelo”, como también describe para ABC de Sevilla el periodista Manuel Luna.
En la visita, los hallazgos arqueológicos también explican la historia de este lugar: Una diferencia en el diseño del suelo en el coro bajo, señalando que, en ese punto, se encontró la cimentación de un muro que pertenecía al primitivo palacio de Don Fadrique y que mide de ancho 1,2 metros. Al subir al coro alto aparece una gran sorpresa: los restos arqueológicos del mural del palacio de Don Fadrique que se remontan a época almohade junto a unas celosías que ofrecen una hermosa vista del templo recuperado para Seilla.
ACUERDO ENTRE LA ARCHIDIÓCESIS Y EL AYUNTAMIENTO
En 2018 se firmó un acuerdo entre la Archidiócesis y el Ayuntamiento para la novación de una de las cláusulas del convenio de 2001. Mediante el mismo, la rehabilitación comprometida por parte del Ayuntamiento sobre la Iglesia y dependencias anexas como pago de parte del precio fijado por la adquisición del Convento, no ejecutada tras 17 años desde la firma del último convenio, se cuantifica, cumpliendo el Ayuntamiento de esta manera su compromiso mediante el abono de diferentes pagos desglosados en los últimos tres años.
Finalmente, en noviembre de 2022 se firmaron en el Ayuntamiento de Sevilla, por parte del arzobispo y del alcalde, las escrituras definitivas para la formalización de los negocios jurídicos que traen causa de los reseñados convenios institucionales.
La obra de rehabilitación acometida por la Archidiócesis en esta antigua iglesia conventual, bajo la dirección de los prestigiosos arquitectos Gonzalo Díaz Recasens y Antonio Martín Molina, y la empresa constructora SANOR, finaliza recuperando con ello un importante espacio religioso que será destinado a los fines para los que fue concebido, y que se enclava en un conjunto privilegiado de la ciudad.
La Iglesia quedará abierta al culto católico, asumiendo el oficio de rector de la misma el director de la Casa Sacerdotal.
Las dependencias anexas, también rehabilitadas, albergarán un proyecto diocesano relacionado con la pastoral de la cultura y la educación, quedando ambos coros de la Iglesia como lugar de evangelización y aproximación de los valores de la Iglesia católica a la sociedad sevillana, mediante exposiciones temporales y actividades culturales que vendrán a enaltecer este ingente patrimonio religioso.
EDIFICIO DECLARADO BIEN DE INTERÉS CULTURAL
La Iglesia de Santa Clara es un inmueble de indudable valor histórico-artístico. El Monasterio fue fundado en 1289 por el Rey Sancho de Castilla. Se trata de un Bien de Interés Cultural, del siglo XIII, reformado en el siglo XVII, de estilo mudéjar y renacentista, que concentra en su interior, entre otras importantes obras de arte, un valioso conjunto de imágenes y relieves de Martínez Montañés.
Suprimido el monasterio en 1996, las Madres Clarisas formalizaron en el mismo año escritura de donación del Convento a la Archidiócesis de Sevilla, quedando integrada la comunidad en el Monasterio de Santa María de Jesús, de la misma Orden.
Posteriormente, la Archidiócesis formalizó sendos convenios con el Ayuntamiento de Sevilla, en 1998 y 2001, por los que se venía a materializar la transmisión de casi la totalidad del Convento, propiedad de la Archidiócesis, al Ayuntamiento de Sevilla. Como contraprestación, el Ayuntamiento se comprometía a trasmitir la propiedad sobre el inmueble municipal sito en calle Jesús del Gran Poder, 107, a la Archidiócesis con destino a Casa Sacerdotal, una cantidad dineraria con destino a rehabilitación del Palacio Arzobispal y el compromiso de rehabilitación de la Iglesia del Convento, cuya propiedad se reservaba la Archidiócesis.