Quien haya tenido el placer de conocerlo en persona, sabe que D. Juan Robles Pérez siempre ha sido una persona comprometida y trabajadora; y de esta misma manera se ha marchado. A sus 85 años de edad, el Presidente de Honor de la Asociación de Hosteleros de Sevilla y Provincia, y presidente de la misma entidad durante más de una década, falleció como consecuencia de un infarto severo. Nacido en el municipio onubense de Villalba del Alcor en el año 1935, nos ha dejado siendo un firme defensor de la hostelería hasta el final de sus días.
Fue el pasado martes 16 de marzo de 2021 cuando acudió a su último acto público, participando en la que fue la tercera movilización en siete meses convocada por el sector, con motivo de la falta de ayudas y restricciones. El que se ha sido el padre de la restauración sevillana, ha estado al pie del cañón hasta el último momento tanto en su negocio, como en la defensa de un marco justo de trabajo para la hostelería. Fue su nuera Carmen, la que se acercó ese mismo día a la cabecera de la movilización para invitarlo a descansar tras más de una hora caminando, momento en el que se llevó una calurosa y emotiva ovación por parte de los hosteleros que fueron testigos de aquel momento.
Apenas una hora antes, D. Juan Robles había visitado la nueva sede de la asociación que él mismo había presidido durante doce años. Llegó más que puntual, diez minutos antes de lo acordado, y acompañado por uno de sus seis nietos. Asombrado por las nuevas instalaciones y tras echar un vistazo a los periódicos del día dijo: “qué bonito ha quedado esta nueva oficina, pero qué gran tarea os queda por delante a partir de ahora…”. Tras ello, D. Juan recibió una memoria por la que esta junta directiva va a solicitar el título de la Medalla de la Ciudad de Sevilla pera la hostelería en el año 2021; una distinción que, de ser otorgada, irá dedicada sin lugar a dudas a su figura y a su trabajo. Se dejó fotografiar con sus sucesores, y dedicó unas palabras de aliento al actual presidente, D. Antonio Luque, para que no decaiga en la lucha por la defensa de un sector que, a veces, se complica dadas las circunstancias. Aquel día, ninguno de los presentes imaginó que no habría más ocasiones para chalar con él ni para recibir ningún consejo más.
Hermano de Santa Marta, de San Esteban y del Rocío de Sevilla, Juan Robles fundó uno de los más grandes grupos de la restauración, siendo hoy en día maestro y referente para muchos hosteleros en Sevilla. Comenzó vendiendo vinos del Condado junto a su padre, para continuar abriendo una bodega en la Puerta Osario. Más adelante, junto a su mujer Francisca Cruzado, logró que Casa Robles se convirtiera en un gran exponente de la gastronomía sevillana en la ciudad y en todo el mundo. Hoy, el gran barco que conforma la familia Robles es capitaneado por sus hijos Pedro y Laura, para quienes siempre ha tenido buenas palabras y a quienes ha considerado los mejores en lo suyo por haberse formado para hacer crecer aún más el negocio familiar.
El presidente de honor de esta asociación obtuvo en año 2011 la Medalla de la Ciudad de Sevilla, y en el año 2017 la Medalla de Oro de la provincia. No obstante, no hay trofeo material que la hostelería sevillana haya podido entregarle que contenga el respeto y el cariño que le tendrán miles de empresarios de un sector que sin su trabajo y su defensa no hubiera crecido ni se hubiera profesionalizado tal y como está hoy en día.
Texto: Javier Comas
Fotos: Aníbal González