Nacida en Sevilla, en pleno corazón de la ciudad. Hoy mira desde la distancia que otorga su hogar en Barcelona todo un recorrido por su vida laboral y profesional. Rodeada de sus familiares y “poniendo a Dios” por encima de todas las cosas, Tamara sigue siendo la reina indiscutible del bolero en este país que tanto la reconoce. Acaba de dar a conocer su nuevo trabajo “Encanto”, una fusión entre la música y el vino con el aroma de la mejor música. Así charla para la Revista Escaparate.
-¿Qué nos presentas?
-Un nuevo single que es un bolero que se llama “Espérame en el cielo”. Es un proyecto especial y distinto hasta ahora. A través de la música unimos música con vino. Hemos buscado una bodega y llevamos un año preparándolo. Quisimos buscar un vino que tuviese todas las características más parecidas a Tamara: la consistencia y el cuerpo. Ese carácter bastante fuerte como las mujeres de ahora. Hoy en día, todas tenemos ese carácter de poder desempeñar muchas funciones a la vez. Por ello, yo creo que también tengo esa sensibilidad y dulzura, con esos matices de canela y vainilla. Y por eso le he llamado “Encanto”. Compras el vino y en la cápsula hay un código QR que aparece y ese código te lleva a la web…. Ahí se te descargas la canción y el videoclip. El videoclip está hecho en esa bodega.
-¿En qué se pueden parecer el vino y música?
-Son parecidísimos, aunque creía que no. Tienes que buscar siempre la canción que vaya contigo. Siempre me he adentrado mucho más en el bolero pero no he dejado de hacer baladas o algunas más pop, y alguna que otra ranchera. Mi estilo es el que es y se identifica muy bien. Tienes que buscar la canción, igual que el vino, que vaya contigo.
-La canción también tiene un hilo conductor con la situación actual…
-Vamos a hacer llorar a bastantes personas. Las canciones que se están sacando ahora están sacando la positividad de que vamos a salir adelante juntos y unidos. Ese mensaje o están haciendo muchos de mis compañeros pero realmente no se ha contado en ninguna canción algo que vaya enfocado a lo que estamos viviendo realmente. Hay muchas personas que se están yendo por culpa de esta enfermedad y hay que cantarlo. Cuando se lo presentas a esas personas, lo primero que hacen es llorar, porque las recuerdan. Eso es bonito. También da un poco de esperanza en el fondo. Al final habrá un reencuentro, como dice el título. Una parte del beneficio va a la investigación sobre el Covid-19.
-¿Cómo está Tamara ahora?
-En lo personal, gracias a Dios, todos estamos con salud y de momento no he pasado por la transición de ningún familiar con esta enfermedad. El confinamiento lo pasamos en familia. Hemos sacado el lado positivo, hemos podido estar más tiempo juntos. Tengo una familia normal. Eso sí, con muchos hijos. En lo profesional estamos luchando como todo el mundo. Cada día es una carrera a fondo. Es una profesión muy difícil porque hay que estar 24 horas inventando siempre. Quisiera dar las gracias a todo mi equipo de Chile por este proyecto tan bonito y atractivo.
-¿Qué hay de Sevilla en Tamara?
-Todo. Si te das cuenta voy a hacer dieciocho años en Cataluña, que me encanta. Pero mi acento de por sí no se perdió. Mis raíces son sevillanas y andaluzas y eso no lo voy a perder nunca. Hasta mis hijos también lo tienen. Lo que pasa es que soy una andaluza atípica porque en lo profesional nos tienen en el estereotipo de lo folclórico. Los andaluces tenemos capacidades para hacer mucho más, no solamente lo nuestro.
-¿Qué recuerda de su infancia en Sevilla?
-Recuerdo mi infancia muy feliz, muy bonita. Esa infancia que vivía en la Alameda y en la Pila del Pilato, donde siempre he jugado. El colegio Nuestra Señora de los Reyes, al que ahora están yendo mis hermanos. La mitad de mi vida está allí. Mi marido adora Sevilla. Cuando bajo estoy con mi madre comprando en el mercado de la calle Feria. Yo hago aquí el adobo porque a mi marido le encanta el pescao frito de la Divina Pastora.
-Se hizo famosa siendo muy joven, ¿cómo la vivió siendo tan niña?
-Muy natural. La fama y la profesión no deben confundir. En mi casa se ha llevado siempre como algo muy natural. Y el ser artistas, como algo muy nuestro. Forma parte de nuestra esencia el ser artistas. Tienes que saber también separar tu vida personal con la fama.
-¿Quién es su referente?
Es obvio. Luis Miguel.
-¿Le gustaría cantar con Luis Miguel? ¿Cómo lo imagina?
-Me parecería algo extraordinario y sería un orgullo para mí. Si él me otorga ese honor… Conocerlo fue maravilloso. No sueles conocer a tu referente y con eso ya me conformo. Si canto con él, que surja natural.
-¿Está el bolero denostado en estos momentos frente a nuevas corrientes musicales?
-No. Cuando salió Luis Miguel cuando sacó su primer disco, fue algo extraordinario. En su día aquí también sorprendió cuando salí yo. Es una música matriz, como el flamenco. Siempre va a estar vigente, no desparece. Está siempre ahí. Luego, hay otros estilos de músicas que con los años van evolucionando. Hay cosas que son para siempre
– Lo más importante para usted en la vida es…
-Salud, el amor y la familia. Y después, la música. Nos llena el alma y el corazón.
-¿Qué es el miedo para Tamara?
-Lo curioso es que no tiene miedo a nada. Ni a la muerte. Lo único que le tengo miedo es mis hijos. Si hablamos de Tamara, no.
-¿El color de Tamara?
-Azul
-¿Por qué?
-Porque tiene tantos matices… el cielo, el mar; el de unos ojos, como el de mi padre. El de los ojos de mis hermanos. Me parece un color precioso.
-Proyectos futuros…
– No miro el futuro, no sé qué es lo que va a pasar. Dios nos tiene preparado a cada uno. Lo que tenga que ser será. No lo pienso. Soy creyente, como buena sevillana. Si quiere y me de mucha vida, me veo como una abuela feliz haciendo comidas familiares grandes con mis nietos alrededor. Una abuela y madre feliz con lo que he creado: mi familia. Es un futuro que me imagino, luego Dios nos tiene preparado lo que quiera.
-Sé que Dios juega un papel muy importante en su vida.
-Todo. Él guía mi vida. Cuando estoy a oscuras, lo llamo y le hablo. Me enseña la luz donde está. Siempre voy hacia la luz de Él.
-¿Es hermana de la Macarena?
-Me bauticé en Los Gitanos, porque soy gitana. Mi nombre es hebreo y el cura me pidió un nombre cristiano, por eso me llamo Tamara Macarena. Nací en su hospital y me casé en el Gran Poder. Ellos dos guían mi vida. Me quiero hacer de la Macarena junto a mi familia. Es un sueño por cumplir.
Texto: Javier Comas